Un grupo de inversores de Bélgica proyecta el Ecohotel Las Piñas para ser el primer cinco estrellas de Tarifa
El complejo turístico se plantea con una ocupación del 4,2% de las 27 hectáreas de la finca y una inversión de 40 millones de euros
Tendrá 106 habitaciones distribuidas en villas y suites además de servicios deportivos, un restaurante y sala de conferencias
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Tarifa/Desde la ensenada de Valdevaqueros y Casas de Porro emerge una suave colina con una espectacular perspectiva hacia las aguas del Atlántico. La posibilidad de despertar en una cómoda cama orientada hacia el mar es una de las señas de identidad del Ecohotel Las Piñas, un proyecto que aspira a convertirse en el primer alojamiento turístico de cinco estrellas de Tarifa.
El Ecohotel Las Piñas parte de la iniciativa de un grupo de inversores de Bélgica que plantea la construcción de un recinto hotelero de 106 habitaciones, marcado por una baja densidad constructiva, con una inversión de hasta 40 millones de euros. "Tarifa es un destino turístico que tiene fama mundial y en el que existe demanda de servicios hoteleros de alto nivel. No es normal que Tarifa no tenga todavía un hotel de cinco estrellas y que hasta hace apenas cuatro o cinco años siquiera los hubiera de cuatro. Venimos a cubrir ese espacio y segmento del turismo", explica a Europa Sur Pablo Pflantz, de la firma Ezzenza, encargada de la gestión del proyecto para los inversores, entre los que se encuentra un empresario hotelero de aquel país.
La finca de la dehesa Las Piñas sobre la que planifica el hotel tiene 270.000 metros cuadrados (27 hectáreas) mientras que todas las construcciones previstas, incluyendo las zonas comunes y de servicios, ocuparían apenas 11.409 metros cuadrados, el 4,2% del total del suelo; lo que supone una ratio de 2.547,17 metros cuadrados de terreno por habitación, según los promotores.
Los terrenos se encuentran en la confluencia de los parques naturales del Estrecho y Los Alcornocales. Por ello, el diseño elaborado por la firma Alberro Arquitectos (de Fuengirola, Málaga) se ha inspirado en un estilo naturalista para buscar la máxima integración posible con el entorno. Así, las construcciones tendrán dos alturas como máximo y se situarán aprovechando la colina. Incluso se ha realizado un estudio cromático para elegir los colores de las edificaciones con el fin de adaptarse a los cambios que los alrededores experimentan a lo largo del año con el paso de las estaciones.
Equipamientos y servicios
El proyecto del Ecohotel Las Piñas se articula en torno a 18 villas de 3 a 6 dormitorios, cuatro senior suites y 22 junior suites que totalizan 106 habitaciones. En su concepción original, todas las camas están orientadas hacia el mar mientras que las villas y el resto de edificaciones (todas con cubiertas vegetales) se distribuyen por la parcela rodeadas por amplios espacios libres. Todo ha sido tenido en cuenta, incluyendo el régimen de vientos, para optimizar las ventilaciones cruzadas, la captación de energía en invierno y la disipación del calor en verano para reducir el consumo eléctrico.
Cada unidad de alojamiento tendrá una cocina propia para favorecer la independencia de los huéspedes, si así lo desean. Aunque uno de los puntos fuertes del diseño del hotel se encuentra en su oferta gastronómica, con un restaurante y una cafetería a disposición de los clientes y también abierta al público en general, así como un beach club. El complejo incluye un spa de 1.000 metros cuadrados, varias piscinas al aire libre, gimnasio y una sala polivalente para acoger posibles seminarios y congresos, otro sector del turismo con capacidad de crecimiento en la localidad. Todo en un edificio común de 1.850 metros cuadrados en el que también se integran la recepción, zonas comunes, un salón social y terrazas.
La explotación del hotel generaría de 130 a 150 puestos de trabajo directos, una proporción sensiblemente superior a la habitual en un hotel de cinco estrellas. "El hotel, al contar con una distribución amplia y de baja densidad, estará marcado por la separación de las construcciones. Será necesario más personal respecto de un hotel de concepción tradicional no solo para la gobernanza de las habitaciones, también para el cuidado de las zonas verdes, seguridad, restauración y mantenimiento de los equipamientos complementarios", especifica Pflantz.
El complejo turístico contempla entre su oferta de servicios tratamientos de wellness (bienestar), masajes, yoga y meditación mientras que su propuesta gastronómica se centrará, según los promotores, en los productos de proximidad. Tanto que está proyectada la habilitación de un huerto ecológico de 17.000 metros cuadrados para surtir al restaurante con la aspiración de estar regentado por un chef con estrella Michelin.
Construcción consciente con el entorno
Los promotores detallan que en la concepción del hotel se han tenido en cuenta aspectos esenciales de una construcción sostenible como, por ejemplo, la orientación de los huecos, la utilización de pérgolas de lamas orientables, la construcción de paredes de alta inercia térmica, el aislamiento exterior con corcho proyectado, la construcción del 100% de las cubiertas vegetales, la recuperación de aguas tanto pluviales como residuales, la obtención de energía renovable de placas fotovoltaicas, la construcción de viales de tierra compactada y el uso de materiales de construcción ecológicos.
Las 18 villas pretenden ser el corazón del Ecohotel Las Piñas. En su mayoría están diseñadas en dos niveles para adaptarse a las pendientes del terreno. En las villas, el nivel superior se plantea como zona de dormitorios, zona de estar exterior cubierta y un primer patio de acceso, mientras que el nivel inferior, conforme al diseño previsto, se articula en torno a un patio central con dormitorios a uno o ambos lados así como el salón, que mediante un sistema de aperturas se puede integrar en el patio o segregar para refugiarse del viento.
Para estancias más cortas, de una o dos personas, las 22 junior suites se agrupan en tres construcciones, con un esquema constructivo similar al de las villas. Aún con una concepción más propia de un alojamiento hotelero, el proyecto les concede amplias habitaciones y zonas de estar para aportar mayor versatilidad. Y las cuatro senior suites se diferencian de las junior en que poseen dos habitaciones, cada una con un baño propio.
Un cliente de alto standing
"Los estudios de mercado indican que en la provincia de Cádiz el 75% del turismo es nacional mientras que el 25% es extranjero Aunque el hotel está enfocado a un perfil de cierto poder adquisitivo, estimamos que en este hotel la mayoría de los clientes, del orden del 60%, serían extranjeros", apunta Pablo Pflantz.
Las pernoctas medias en Tarifa son de 3,5 noches por turista, mientras que en el Ecohotel Las Piñas se aspira a incrementar la estancia media hasta la semana de duración gracias a la oferta de servicios complementarios a la que ya de por sí ofrece Tarifa como destino mundialmente reconocido.
Una tortuosa tramitación
Los promotores del Ecohotel Las Piñas iniciaron la tramitación urbanística ante el Ayuntamiento de Tarifa en 2016. La iniciativa encontró una fuerte oposición de los grupos ecologistas, que defienden que el apartahotel se planifica sobre suelos no urbanizables conforme al PGOU de Tarifa (de 1990). Los inversores, por su parte, esgrimen que tanto la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) como la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (Lista), ambas posteriores y de ámbito superior a la ordenación municipal, amparan las edificaciones conforme a un proyecto de actuación en terreno rústico. Y que los suelos están definidos desde 2011 por el Plan de Ordenación del Territorio del Campo de Gibraltar como de interés territorial para el desarrollo turístico.
De hecho, el expediente superó todos los trámites urbanísticos y ambientales, incluyendo 16 informes sectoriales y la Autorización Ambiental Unificada, detalla Pflantz, de manera que en 2022 el Ayuntamiento concedió la licencia municipal de actividad y la de obras.
Entonces, el grupo ecologista Agaden recurrió la concesión de las dos licencias en un proceso judicial que acabó archivado. Meses después, Verdemar-Ecologistas en Acción tomó el testigo y reclamó al Ayuntamiento una revisión de oficio de los trámites municipales para provocar la anulación de las licencias.
El Ayuntamiento de Tarifa, en marzo de 2023, no admitió la petición de Verdemar, que optó por pedir amparo al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo. Un año después, ya en abril de 2024, el Contencioso dio la razón a los ecologistas y emitió una sentencia que obliga al Ayuntamiento a tramitar la revisión de oficio de las licencias, si bien los promotores recurrieron este fallo judicial argumentando que no estuvieron representados como codemandados y, por tanto, no tuvieron la oportunidad de defenderse pese a ser parte.
El pasado octubre, el mismo Juzgado de lo Contencioso anuló esa primera sentencia y retrotrajo el proceso al momento de la presentación de la demanda. Actualmente, el procedimiento se encuentra en la fase de presentación de pruebas. En caso de un pronunciamiento favorable para los inversores, estos prevén iniciar los trabajos prácticamente de inmediato.
"Los ecologistas han planteado 14 recursos contra un proyecto que tiene todas las bendiciones judiciales y ambientales. Para nosotros es un abuso de la justicia. Esperamos que en este último paso judicial la sentencia sea favorable. Los inversores están a la espera de la tranquilidad jurídica para iniciar las obras que estarían listas en 24 o 27 meses. El hotel ya podría estar terminado", valora Pflantz, cuyos representados barajan acciones judiciales contra los conservacionistas.
Tarifa, un destino que aspira a la calidad
La localidad de Tarifa, meca para el turismo vinculado a los deportes de viento desde los años 80 del pasado siglo, se encuentra en una permanente evolución como destino. Además de este importante segmento de visitantes, a Tarifa arriban cada vez más turistas con diferentes capacidades económicas en una clara diversificación del sector.
"Tarifa evoluciona y busca reposicionarse como un destino turístico basado en la calidad", valora Pablo Pflantz en su calidad de presidente de la Asociación de Alojamientos Turísticos de Tarifa (Asata). Para Pflantz, el turismo de alto nivel gasta de media cuatro veces más que el general, por lo que la localidad también debe dar respuesta a sus demandas de alojamiento y servicios.
Tanto Asata como la Federación de Asociaciones de Empresarios de Tarifa plantearon el pasado enero al Ayuntamiento necesidades como el incremento de las plazas de aparcamiento para favorecer la llegada de visitantes. En la cita también se abordó la importancia de dirigir la actividad hacia un modelo de turismo más sostenible y de calidad que refuerce la marca Tarifa. Así, en el marco de la Mesa del Turismo se planteó la posibilidad de desarrollar un Plan Estratégico de Turismo que marque el camino hacia un modelo más sostenible y competitivo.
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