Nombres de las calles de Tarifa (II)

Historia de Tarifa

La calle Melo se refiere a un vecino con este apellido de ascendencia portuguesa que tendría aquí su panadería, puesto que en realidad era llamada en sus orígenes “calle del horno de Melo"

Nombres de las calles de Tarifa (I)

Calle Padre Félix, popularmente más conocida por Barrio del Moral.
Calle Padre Félix, popularmente más conocida por Barrio del Moral.
Andrés Sarria Muñoz

11 de agosto 2024 - 02:00

Barrio del Moral

Es parte del poblamiento más antiguo de Tarifa, aunque quedaba fuera de la primitiva muralla árabe que protegía el conjunto de la Almedina y Aljaranda. La denominación Barrio del Moral se refiere a toda la calle que discurre desde la puerta del Retiro hasta el comienzo de la calle del Privilegio, rodeando la iglesia de San Mateo, además del callejón luego llamado Gravina. Se dice que el nombre le viene por la existencia aquí de un moral en tiempos pasados, que la imaginación nos lleva a pensarlo no como un árbol cualquiera, sino uno bien frondoso.

En 1863 se rotuló como calle Independencia, “en conmemoración de la guerra de este nombre”, el tramo que corre junto a la muralla desde la calle General Copons. Es decir, que se tomó este trozo de lo que hasta ese momento había sido calle Barrio del Moral, y en concreto, las casas “que hacen frente a la brecha que los enemigos abrieron en la muralla durante el asedio de 1811”.

Padre Félix decidió el Ayuntamiento llamar en enero de 1880 a la calle Barrio del Moral, en homenaje a Félix Mª de Arriete y Llano, obispo de Cádiz entre 1864 y 1879. Antes había desempeñado labor de misión en Tarifa, y los vecinos se referían a él como el Padre Félix. Se le dedicó esta calle “teniendo en consideración los extraordinarios beneficios que con su caridad ejemplar dispensó siempre a los pobres y establecimientos benéficos de esta ciudad”. No obstante, nunca ha dejado de conocerse popularmente como Barrio del Moral.

La calle Independencia, junto al lienzo de muralla reconstruida tras el asedio de las tropas napoleónicas.
La calle Independencia, junto al lienzo de muralla reconstruida tras el asedio de las tropas napoleónicas.

Gravina es la calleja sin salida que pertenece al Barrio del Moral. No fue rotulada con nombre propio probablemente hasta 1891. Entonces se denominó Gravina honrando al gran marino Francisco Gravina, que mandó la flota española en la batalla de Trafalgar en 1805 y murió en 1806 a consecuencia de las heridas. En un plano de la ciudad fechado en 1909 se señala precisamente como “callejón Gravina”.

Plazuela Padre Marchena es ese mínimo ensanche en zigzag que tiene la calle Padre Félix en su arranque, junto a la iglesia de San Mateo. De hecho, la placita se integra en la misma calle, puesto que ésta empieza en el edificio del Liceo, esquina con la del Privilegio. Se rotuló así en 1973 en memoria de Francisco de Paula Sánchez Marchena, arcipreste de Tarifa entre 1896 y 1917. Las referencias escritas destacan que el padre Marchena fue muy querido en Tarifa por su compromiso social, y en particular por su labor humanitaria durante la epidemia de viruela de 1906.

Entre la calle del Privilegio y Puerta del Mar

La calle Azogue está rotulada en singular en uno de sus extremos y en plural en el otro; y en la documentación histórica también encontramos esta dualidad.

El término azogue deriva del árabe hispano assúq, y éste a su vez del árabe clásico süq (zoco). Así que la denominación correcta es en singular, puesto que el vocablo alude a la plaza o sitio de un pueblo donde se instalaba el mercado en la España musulmana. Esta es la razón de que haya muchas poblaciones con una calle Azogue, o más propiamente, del Azogue.

La calle Azogue debe su nombre a haber acogido el mercado callejero hasta finales del siglo XVIII.
La calle Azogue debe su nombre a haber acogido el mercado callejero hasta finales del siglo XVIII.

Es bastante verosímil que en Tarifa se le diera este nombre en 1782, ya que el corregidor resolvió entonces que convenía rotular debidamente las calles atendiendo a la propia historia del pueblo.

En 1897, el Ayuntamiento decidió sustituir la denominación Azogue por la de Obispo Calvo y Valero, que venía designando a la aledaña calle del Privilegio.

Con la II República se nombró calle Manuel Vides, en recuerdo de este tarifeño, uno de los hombres que en 1831 partieron con el general Torrijos desde Gibraltar a Málaga con la idea de sublevarse contra la monarquía absolutista de Fernando VII. El plan fracasó al ser traicionado Torrijos y fusilado junto con sus acompañantes, entre ellos Manuel Vides. Para honrar a estos luchadores por la libertad se erigió en 1843 un obelisco en la malagueña plaza de la Merced, donde figura el nombre de Manuel Vides. La calle del Azogue pasó a denominarse Manuel Vides en diciembre de 1931, con motivo de la celebración en Málaga del centenario de aquella acción.

Pocos años después, en 1937, habiéndose constituido ya un ayuntamiento franquista, se rotuló calle Héroes del Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza en honor a los 200 guardias civiles que en dicha ermita de Andújar (Jaén) resistieron el asedio de las tropas republicanas durante nueve meses, desde septiembre 1936 hasta su rendición en mayo de 1937. En principio, el Consistorio había acordado dar este título a la actual calle Peso, lo cual no se verificó, claro está.

Y por fin, la calle Azogue retomó este nombre en noviembre de 1983. Aunque es conveniente tener en cuenta que debería rotularse del Azogue, esto es, del mercado.

La calle San Donato es así llamada de tiempo inmemorial. En noviembre de 1932 pasó a denominarse Salmerón, en recuerdo de Nicolás Salmerón y Alonso, efímero tercer presidente de la breve I República española. Luego la calle recobró su nombre, quizás en 1937, en plena Guerra Civil.

La calle Melo se refiere a un vecino con este apellido de ascendencia portuguesa que tendría aquí su panadería, puesto que en realidad era llamada en sus orígenes “calle del horno de Melo”. También se conocía como “calle de Melo”, resultando a la postre en el simple y liso calle Melo de nuestros días.

La calle Melo, originalmente llamada calle del Horno de Melo.
La calle Melo, originalmente llamada calle del Horno de Melo.

La plaza Capitán Menéndez-Arango es así nominada desde el 2 de septiembre de 1922 en memoria del tarifeño Francisco Menéndez-Arango Detrell, que murió días antes en la guerra del Rif (Marruecos). Esta placeta se había formado entre 1914 y 1917, siendo inicialmente rotulada Ximénez Sandoval, en referencia al general José Ximénez de Sandoval y Bellange (1849-1921). Fue este un militar destacado en la guerra de la independencia cubana, y que además mantuvo una activa y notoria militancia masónica.

La calle Guzmán el Bueno fue titulada como tal en 1863 “en memoria de las virtudes y raro ejemplo de lealtad que dio al mundo Don Alonso Pérez de Guzmán, gobernador de esta plaza en 1293”. Originariamente, su nombre había sido calle del Mar por ser la vía que llevaba a la zona portuaria previo paso por la puerta del Mar del castillo. Entre 1841 y 1863 se denominó calle Valdés en honor del coronel Francisco Valdés Arriola (1788-1864), quien, al frente de un grupo de militares liberales, ocupó Tarifa durante unos días del mes de agosto de 1824. También se conoció popularmente como calle de los Mesones.

El ensanche, con su característica fuente, que presenta llegando a la cuesta de la Aljaranda es llamado plaza del Mesón, y antes fue plaza Nueva.

La calle Guzmán el Bueno fue llamada antes calle del Mar por llevar a la zona de la marina.
La calle Guzmán el Bueno fue llamada antes calle del Mar por llevar a la zona de la marina.

Legionario Ríos Moya es la callecita que conecta Guzmán el Bueno con la plaza Menéndez-Arango. Siempre se conoció como calle Corta por tan evidente y fundado motivo. Fue en 1922 cuando el Consistorio acordó “que la calle denominada Corta se titule en lo sucesivo Legionario Ríos Moya, hijo heroico de esta ciudad”. Rafael Ríos Moya había fallecido a los 21 años, en octubre de 1921, a consecuencia de las heridas recibidas en la guerra de Marruecos entonces en curso.

Calle Legionario Ríos Moya, antigua Corta. Al fondo, la calle Almedina.
Calle Legionario Ríos Moya, antigua Corta. Al fondo, la calle Almedina.

Madre Purificación fue originalmente la calle Sol, situada en el costado de levante de la Residencia de Mayores San José, en Sancho IV el Bravo. Pasó a llamarse Cardenal Cisneros probablemente en 1897, siendo este título sustituido en 1935 por el dicho de Madre Purificación. El llamado en otros tiempos hospital de la Caridad se restauró en 1887 y cedida su gestión a las monjas concepcionistas. Entre ellas figuraba sor Purificación Mestre Tortosa, distinguida en 1935 como Hija Adoptiva y Predilecta de Tarifa y rotulándose esta calle en su honor.

El callejón Luz Muñoz está ubicado entre los dos edificios que conforman el mencionado asilo, luciendo este nombre desde 1910. Antes había sido calle de la Cuna porque aquí tuvo el hospital de la Caridad o de la Misericordia el torno donde se dejaban a los niños abandonados o expósitos. Una de las grandes benefactoras de esta piadosa institución fue Luz Muñoz y Orta, aportando su fortuna para la reconstrucción del edificio, razón por la cual se le dedicó esta callejuela, hoy cerrada y sin uso público.

Popularmente, se ha llamado Puerta del Mar al punto donde finaliza la calle Sancho IV el Bravo y la zona aledaña a la torre de Guzmán el Bueno. La explanada delante de la puerta del castillo está ahora rotulada Pedro Alfonso, en recuerdo del hijo inmolado del célebre alcaide Alonso Pérez de Guzmán, el Bueno. Este espacio se conoció como plaza del Matadero al instalarse aquí el matadero municipal a comienzos del siglo XVII; y cuando en 1863 se trasladó a otro lugar, fue plaza del Matadero Viejo. Oficialmente, se consideraba como parte de la calle Guzmán el Bueno.

Santísima Trinidad y otras calles en su entorno

Calle de la Santísima Trinidad es nombre que le viene dado por el convento de la orden trinitaria existente hasta el último tercio del siglo XVIII en el solar que al presente ocupa la plaza de abastos. Como ocurre con otras calles, y sobre todo si son principales, esta también ha conocido diferentes denominaciones.

En febrero de 1873 se nombró calle Pi, por Francisco Pi y Margall, uno de los presidentes de la I República, pero solo durante un año, volviendo a ser Santísima Trinidad en marzo de 1874. En 1897 se acordó dedicarla a Cánovas del Castillo, tras conocerse el asesinato en Madrid de este célebre político conservador. No obstante, el cambio de nombre no tuvo efecto porque finalmente fue la actual avenida de Andalucía la que se rotuló Cánovas del Castillo.

Calle de la Santísima Trinidad. A la derecha se intuye la plaza del Ángel; y al fondo, el mercado de abastos.
Calle de la Santísima Trinidad. A la derecha se intuye la plaza del Ángel; y al fondo, el mercado de abastos.

En noviembre de 1932, con la II República, pasó a llamarse calle de Francisco Ferrer y Guardia, por este famoso pedagogo anarquista y librepensador catalán. Pero en octubre de 1934, tras haberse sofocado los movimientos revolucionarios que se produjeron en España, el Ayuntamiento tarifeño renegó del fundador de la llamada Escuela Moderna, “en la que se enseñaron las doctrinas disolventes causantes de los males que hoy se sufren”. Decidió entonces rotularla calle de Ramón y Cajal, científico que se tenía por auténtica gloria nacional, “y con cuyo nombre no se hieren sentimientos políticos de ninguna clase”. Sin embargo, ni siquiera llegó a colocarse el rótulo con tan ilustre personaje, de modo que volvió a ser definitivamente calle de la Santísima Trinidad.

La calle Santa Teresa fue antes llamada de los Embozados, en masculino, no en femenino. No obstante, en ocasiones también lo vemos escrito erróneamente, en femenino, lo que ha dado pie a la confusión. Es más que probable que dicha antigua denominación se deba a la necesidad de pasar por, o vivir en, este punto con la nariz y boca bien tapadas con la capa; embozados, en fin. La documentación municipal habla una y otra vez del riesgo que suponía para la salud respirar las aguas estancadas del arroyo que atravesaba el pueblo. Convertido en una cloaca descubierta, su pestilencia era especialmente insoportable en el entorno de la Puerta del Mar y Huerta del Rey. Por tanto, estaba más que justificado embozarse en esta zona.

La calle Reyes Católicos lleva esta denominación desde el año 1897. Anteriormente estaba rotulada como calle de la Palma, quizás por una palmera que habría en alguna de las casas.

Calle Carnicería (antiguamente dicho Carnecería) es así nombrada por ser la que conducía a la carnicería pública, ubicada hasta comienzos del siglo XIX en la llamada torre del Pósito, en la calle Santísima Trinidad. La comisión gestora republicana de Tarifa decidió en 1931 rotularla calle de Juan Araújo, en memoria de Juan Araújo Rodríguez, republicano tarifeño del siglo XIX. Finalmente, durante la Guerra Civil recuperó el nombre de calle Carnicería. 

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