Una familia de orcas se deja ver al atardecer en el Estrecho de Gibraltar
En el vídeo, la cría nada pegada a los adultos, aprendiendo de sus movimientos
La inteligencia artificial traducirá los sonidos de las orcas en el Estrecho: ¿qué 'dicen' cuando embisten los timones?

Tarifa/Las aguas del Estrecho de Gibraltar guardan secretos antiguos y espectáculos efímeros que solo unos pocos afortunados pueden presenciar. En un atardecer dorado, con el perfil de África recortado en el horizonte, una familia de orcas surca el mar. Son tres: dos adultos y una cría, que emergen y desaparecen en la inmensidad líquida. Más allá, un ferry avanza hacia Tánger, indiferente al instante.
El vídeo, compartido por el equipo de Turmares Tarifa, es más que una imagen bella: es un testimonio de la fragilidad. Las orcas del Estrecho constituyen una población única, genéticamente distinta de sus congéneres atlánticas. Apenas quedan unos 40 ejemplares, una cifra alarmante que las coloca al borde del abismo. Su existencia está estrechamente ligada al atún rojo, su principal fuente de alimento. Desde marzo o abril hasta noviembre, siguen la migración de estos peces, desplazándose entre el Estrecho, el golfo de Cádiz y las costas atlánticas de Galicia y el Cantábrico.
Se organizan en grupos estables, mantienen complejas relaciones sociales y poseen una inteligencia asombrosa. Sin embargo, su futuro es incierto. La escasez de atún, el tráfico marítimo y la interacción con embarcaciones pesqueras son amenazas constantes para su supervivencia. Cada avistamiento es un recordatorio: su belleza depende de nuestra capacidad para protegerlas.