Villa Punta Paloma, la secreta finca de Tarifa que eligen Chris Martin de Coldplay y otros famosos para esconderse

Tarifa/En la frontera donde el Atlántico y la sierra de la Plata se encuentran, oculta entre la frondosidad del Parque Natural del Estrecho, se alza Villa Punta Paloma, la cúspide del lujo en la costa de Tarifa. No es solo una villa, y mucho menos un hotel. Aquí se hospedan cada verano quienes buscan huir de los focos, disfrutar de la opulencia en su máxima expresión y mimetizarse con el paisaje sin renunciar a los detalles exclusivos. Chris Martin, el vocalista de Coldplay, fue uno de los inquilinos recientes, confirmando que esta finca es el destino elegido por celebridades que buscan privacidad absoluta.

Jennica Arazi, propietaria de Marbella Club —el hotel que atrajo a las grandes estrellas desde los 60 hasta hoy—, descubrió la villa tras los meses más duros de la pandemia y se enamoró a primera vista de este rincón frente al Estrecho de Gibraltar. Con Villa Punta Paloma, logró trasladar el estilo marbellí a un entorno completamente distinto, pero manteniendo un toque íntimo y refinado. Querían que fuera un espacio único, con el sabor tradicional español que tanto gusta a los huéspedes internacionales, uno de sus fuertes. En la primavera de 2023, tras meses de cuidadosa remodelación, Villa Punta Paloma abrió sus puertas como un retiro privado que combina las comodidades de un resort de cinco estrellas con la exclusividad de una casa de alquiler completa.

Con cinco dormitorios y seis baños distribuidos en tres edificios independientes en 600 metros cuadrados, el espacio puede albergar hasta diez personas, con acceso directo a la playa y rodeada de jardines que se confunden con la naturaleza salvaje que brota de la ensenada de Valdevaqueros. Para quienes prefieren llegar por mar, el embarcadero privado permite a los huéspedes atracar sus yates y acceder a la finca sin ser vistos.

Vivir al estilo de Tarifa

Villa Punta Paloma es también un escaparate a todo lo que Tarifa y su entorno ofrecen. Alojándose aquí, los huéspedes cuentan con un villa host: una figura clave que se encarga de anticiparse a cada necesidad, organizando desde cenas privadas con chefs de renombre hasta clases de kitesurf o excursiones a caballo por la playa. También es posible organizar visitas a lugares históricos como las ruinas romanas de Baelo Claudia, explorar los pueblos blancos andaluces, o incluso cruzar el Estrecho y perderse en las callejuelas de Tánger.

La villa dispone además de un equipamiento moderno que no deja ningún detalle al azar: sistema de sonido envolvente, cine en casa o juguetes para los más pequeños. Al caer la noche, la zona lounge, con chimenea suspendida y amplios ventanales, se convierte en el centro de reunión. Y para quienes buscan actividades al aire libre, no faltan opciones: desde yoga y pilates junto a la piscina infinity hasta excursiones de pesca o senderismo guiado.

La decoración de la villa merece otro capítulo. Cuando Arazi adquirió la propiedad, respetó la estructura de piedra y tejados de pizarra que la integran en el paisaje. Las paredes fueron pintadas con tonos suaves que, junto a las enormes ventanas y los textiles en tonos naturales, permiten que la luz fluya, reflejando el verdor del jardín y el azul del mar. Cada rincón está decorado con piezas de artesanía local, desde cerámicas hechas a mano hasta muebles de inspiración andaluza que refuerzan la conexión con el entorno.

El uso de referencias literarias también forma parte de la experiencia. Para muchos, Tarifa es el punto de partida de un viaje introspectivo, algo que se refleja en la colección de libros disponible en la villa, en la que destaca El Alquimista de Paulo Coelho. Tal como Santiago, el protagonista, inicia en Tarifa su búsqueda de respuestas, aquí los huéspedes también encuentran un espacio donde desconectar y reconectar consigo mismos.

La exclusividad tiene su precio

Alojarse en Villa Punta Paloma tiene un precio acorde a su exclusividad: desde 8.000 euros por noche, en un régimen de alquiler completo. Esta tarifa incluye el desayuno y servicio de limpieza diario, pero además los huéspedes pueden contratar otros servicios adicionales, como chófer privado, chef personal o cuidadoras a tiempo completo para niños. Para los eventos especiales, la villa también está disponible como lugar de celebración, con servicio de planificación y catering personalizados.

Cuentan que Villa Punta Paloma es como volver a la infancia, al recuerdo de aquellas aventuras que se vivían en escondites secretos, donde todo parecía posible. Este rincón entre Valdevaqueros y Bolonia, al final de una pista cubierta de arena blanca de donde se bifurcan antiguos caminos militares, es un lugar que se camufla entre la naturaleza, tan sutil que parece surgir de las rocas y los pinos, como si siempre hubiera estado ahí.