Mary Meeker analiza las tendencias en tecnología o trabajo tras el coronavirus
Covid-19
El impacto de la pandemia en el futuro está aún por definir, pero la especialista apunta a una transformación tecnológica y social
Economía post-Covid
El rastreo de móviles como arma en la lucha contra el coronavirus
Que el impacto de la pandemia del coronavirus ha cambiado nuestras vidas es un hecho irrefutable. En lo psicológico, los expertos coinciden en que la sociedad occidental ha sido consciente de su vulnerabilidad después de mucho tiempo de paz y comodidad.
También en las relaciones internacionales el impacto de la pandemia ha supuesto un antes y un después, La globalización, con la perspectiva que aporta la Covid-19, no parece tan buena como se prometía, y las fronteras como concepto de separación física entre territorios han recuperado cierto valor.
Hay dudas entre los expertos de si tratará de un cambio temporal o, por el contrario, será algo definitivo, pero en otros aspectos es más claro que la pandemia ha producido cambios que ya son irreversibles.
La reputada consultora internacional Mary Meeker, conocida por sus informes sobre tendencias, sus análisis y previsiones sobre Internet y las nuevas tecnologías, ha publicado junto a la compañía inversora a la que pertenece, Bond Capital 'Our new world', un interesante estudio, con profusión de datos, acerca el impacto del virus en el mundo desde el punto de vista tecnológico, del comercio y el consumo y que parte y concluye con un hecho incontestable: la inestabilidad.
Pocos pueden aventurarse a estas alturas sobre lo que ocurrirá dentro de tres meses, de un año o de cinco, y a partir de ahí cualquier intento de especular sobre el futuro es prácticamente jugar a las adivinanzas. Sin embargo, hay tendencias muy marcadas que podrán determinarlo.
Por ejemplo, sabemos que la pérdida de empleo motivada por los cierres temporales o definitivos de empresas (Mary Meeker enfoca los datos a los Estados Unidos, pero la tendencia podría replicarse en prácticamente todo el mundo) será similar a la de la Gran Depresión de 1929.
Otro de los impactos negativos, que también parece temporal, es la afectación directa del distanciamiento social a los negocios cara a cara (moda, servicios, hoteles y restaurantes o turismo en genera), que ha producido una intensificación de las compras a través de internet, que logran además una adopción por parte de las personas que aún eran reacias a hacerlo.
En cuanto a otros servicios, como las consultas médicas o psicológicas, están tomando formas hasta ahora casi inconcebibles, como el hecho de realizarse por teleconferencia. Lo mismo pasa con el deporte, que han vivido una transición hacia los e-sports.
Por supuesto, el informe destaca la adopción masiva del teletrabajo y de las herramientas digitales necesarias para llevarlo cabo, entre las que se encuentran (también válidas para el ocio) las plataformas de telecomunicaciones, que también cambian: Zoom creció de forma repentina hasta tal punto que Facebook tuvo que responder crean Rooms e incrementando las llamadas grupales de Whatsapp, por ejemplo.
'Our new World' concluye ofreciendo dos perspectivas -dos posibilidades- diferentes a la situación generada con la pandemia. De un lado, el punto de vista más negativo (crisis económica, posibles nuevos impactos de éste y otros virus…) y, de otro, una visión más positiva, hacia la que se decanta Mary Meeker: la posibilidad de que, una vez superada, la pandemia traiga un 'nuevo mundo' que, por ejemplo, habrá permitido modernizar y mejorar los gobiernos, que además se centrarán en el cuidado de la salud y la educación con más eficiencia, o propiciará la alianza de gobiernos y empresas para enfrentarse a un enemigo común.
La necesidad de innovar para sobrevivir, el refuerzo de la sensación de ‘comunidad’ entre familiares, vecinos o ciudades, el consumo responsable o una vuelta a lo básico son algunas de las lecciones que la pandemia puede traer al mundo del futuro.
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