El fracaso y estafa de Ismael Beiro ¿qué fue del primer ganador de 'Gran Hermano'?
Semblanza
'Gran Hermano' cumple 25 años de su estreno donde el público quedó fascinado de la naturalidad de aquel participante gaditano que en 2023 aspiraba a ser alcalde
Vídeo | Así empezaba hace 25 años 'Gran Hermano', "un antes y un después en la Historia"
Ismael Beiro quiere ser alcalde de Cádiz

Ismael Beiro fue presentado hace 25 años en el inicio de Gran Hermano como un joven de 25 años que estaba a punto de terminar sus estudios de Náutica frente a la playa de Caleta. Como Telecinco tenía que justificarse de un formato que había levantado mucha polémica por destapar la intimidad de los habitantes se anunció el primer espacio de telerrealidad como "un experimiento sociológico", subrayaba Mereces Milá, la presentaora, que sobre sus criaturas de la casa destacaba que todos tenían "un alto coeficiente intelectual". El pelotazo de audiencia instantáneo que tuvo la edición permitió ir olvidando las premisas exquisitas que tenía Gran Hermano. A fin de cuentas la gente quería ver cómo se comportaban los demás cuando las cámaras estaban persiguiéndoles todo el rato.
Ismael sería proclamado ganador con contundencia por el público. Durante semanas fue a su aire con un buen amigo que se sumó a la casa de Soto del Real, el asturiano Iván Armesto. Muchos espectadores más allá de Andalucía descubrieron el término "picha" y otras expresiones coloquiales, una frescura que por entonces parecía exótica para la audiencia, como que alguien vistiera la camiseta del Cádiz. El gaditano organizaba las nominaciones para que entre los habitantes hubiera empate, propugnaba el buen rollo. Todo eso convertía a Beiro en adorable para los seguidores juveniles y en fascinante para los más adultos. Mercedes Milá se le tiró encima cuando apareció en el plató. Toda España miraba con sorpresa al ganador de Gran Hermano.
La plaza de San Juan de Dios se quedó pequeña cuando fue recibido en el Ayutamiento gaditano como un héroe nacional. Le recibió la alcaldesa, Teófila Martínez, y de haberse las elecciones muncipales en aquella mañana Ismael Beiro habría sido proclamado alcalde por encima de la que fue la candidata más votada durante dos décadas. Era un buen momento para el 'Pisha' (como le llamaban de forma halagadora la audiencia) pero 23 años después, cuando lo intentó de verdad en las urnas, fue un fracaso sin paliativos. Apenas 1.349 paisanos votaron a aquel personaje popular de la pantalla de otro tiempo, una pantalla analógica que descubría los atajos de la viralidad.
Beiro, con la candidatura andalucista Cádiz Sí, con propuestas y opiniones faltas de coherencia, fue un estrepitoso fracaso en lo político porque llegaba tarde al populismo de saldo. Nunca dio sensación de que se había preparado para ser un candidato de verdad y en Cádiz, donde el cachondeo se toma en verdad muy en serio, Ismael no tenía nada que hacer. Él mismo, entendemos, minusvaloró la opinión pública de su ciudad. Cádiz no está ya para experimentos sociológicos, eso son cosas del Telecinco del año 2000. Ninguno de nosotros nos parecemos a quienes éramos hace 25 años.
Tampoco Ismael Beiro, alejado de su ciudad natal durante tanto tiempo, la vida le cambió por completo no solo por su aparición en GH sino por un brutal accidente de tráfico que sufrió apenas dos años después. En mayo de 2002 sufrió una tremenda colisión en Madrid cuando un todoterreno se saltó un semáforo en rojo y la moto de Beiro chocó contra el vehículo. Nadie daba un duro por quien había sido elegido pregonero del Carnaval de Cádiz en 2001. El personaje televisivo estuvo 42 días en coma y pudo superar el grave traumatismo craneoencefálico, aunque le dejó secuelas físicas y, tal vez, en parte, dejó de ser el Ismael Beiro que había salido en la tele. Y saldría muchas veces más, pero sin aquella aura de tipo arrollador. La fama en calderilla desvirtúa al personal. Tras recuperarse del accidente se marchó a otro reality, La isla de los famosos, precuela de Supervivientes, y mantenía el aprecio de los seguidores.
Además de sus apariciones habituales en programas como Ven a cenar conmigo o revisiones de Gran Hermano para relanzar la popularidad de aquellos habitantes, Beiro probó en la interpretación, fue presentador. Formó una famila. Y también probó en distintos negocios de inversiones tras, según aseguraba él, la pertinente formación.
Hace dos meses incluso el nombre de Ismael Beiro ha estado unido al de una denuncia por esfafa. Una amiga de infancia, Alicia Rodríguez , le acusa de apropiarse de 100.000 euros que le aportó de la venta de una casa, cantidad que iba a tener una rápida rentabilidad. No hubo papeles en esa aportación, por la confianza que se tenían, pero los reembolsos se hacían por debajo de lo previsto y aunque le reintegró parte del dinero del resto no sabe nada.
También le ha denunciado un artesano de marionetas, Jesús Toledo, por la creación de un muñeco destinado a la campaña electoral de 2023 y que nunca abonó por lo que le reclama el pagon pendiente de 18.000 euros.
Poco antes de esa aventura electoral, en 2021, Beiro presumía de inversor en bolsa y publicó un manual llamado La vida es trading: Cómo descubrí que es más difícil servir una buena cerveza que invertir en bolsa. Va a resultar que invertir en los mercados financieros es más serio y difícil que convivir en un reality.
El ganador de Gran Hermano 1, que ganó 120.000 euros hace 25 años (y con ese dinero entonces se podía hacer mucho más que ahora, al cambio sería 200.000 euros de hoy), ha vivido mucho tiempo de su imagen, cuando la fama era bastante barata. Aquellos atajos de telerrealidad del año 2000 son ahora más difíciles y menos rentables. Beiro es un personaje de otro tiempo, cuando un programa tenía una potencia muchísimo mayor de impacto social.
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