El plusmarquista Carl Lewis aparece por sorpresa como un oso panda

Carl Lewis es uno de los grandes nombres en la historia del atletismo y la figura estadounidense que dominó en la velocidad en los años 80, su´decada, con la que se colgó nueve medallas de oro olímipicas. Entre ellas, la que consiguió en principio el canadiense Ben Johnson en los Juegos de Seúl en 1988. Lewis fue segundo en la pista pero el alarmante caso de dopajoe de su rival terminó por ser el ganador. Una figura muy querida en el deporte, y rostro publicitario de su tiempo, los espectadores más veteranos se sorprendieron este miércoles por la noche cuando tras el Panda de Mask Singer estaba este ex atleta norteamericano.

Los espectadores jóvenes, como se mostraba en las redes, no sabían de la importancia de este invitado, pero podían intuir la talla del participante que había arrancado cantando YMCA de Village People por la cara de sorpresa de las dos nuevas investigadoras del programa de Arturo Valls: Alaska y Ana Milán, coetáneas del deportista y actual promotor y embajador de causas solidarias. Ambas recordaron los Juegos de Los Ángeles donde se esperaba, y consiguió, que Carl emulara la gesta de Jesse Owens en Berlín 1936. "El HIjo del Viento" era su nombre de batalla.

Fue todo un golpe de efecto, como corresponde a este formato de origen coreano, la aparición de Lewis. Un invitado de casi dos metros de altura que no podía pasar desapercibido y que llevó a la urgencia para ser descubierto.

Valls jaleaba divertido este 'desenmascaramiento' con la aparición de un ídolo mundial del deporte en los años finales de la Guerra Fria, cuando los países del llamado Telón de Acero le disputaban la supremacía del medallero a Estados Unidos y las potencias occidentales, tiempos en que la representación española era irrelevante. Carl Lewis fue un homenaje nostálgico a una época del atletismo que las generaciones más jóvenes en España no reconocerían.