David Galván sale a hombros de El Puerto en la despedida de Enrique Ponce

Cada espada de la terna cortó tres orejas a una desigual corrida de Garcigrande en la que predominó la falta de casta

David Galván tras conmocionar a Las Ventas con la mejor faena de San Isidro: "El toreo es un ejercicio de fe"

Imágenes de la despedida de Enrique Ponce en la plaza de toros de El Puerto
David Galván, durante la corrida en la plaza de El Puerto / Germán Mesa
Francisco Orgambides

04 de agosto 2024 - 11:35

El Puerto de Santa María/La terna ha salido a hombros con empate de trofeos, en la tercera tarde de abono de El Puerto, un triunfo compartido y empatado por David Galván y Daniel luque en la tarde de despedida de Enrique Ponce aunque esa igualdad orejera en el hinchado marcador no hace justicia al valor de cada una de las faenas, de distintos matices y calidades.

Hace tiempo que en esta plaza la unidad de medida orejera no es digna de entrar en el museo de pesas y medidas de París. Pues en el festejo de ayer ya el orejerismo se ha extendido a los aplausos en los arrastres, dedicados a toros mansos, o rajados, o con peligro por un público feliz y un palco verbenero y poco exigente.

Baste decir que ayer el pinchazo previo a la estocada de Ponce a su segundo le dolió más al presidente que a Ponce. Al usía se le vio el plumero poncista y por poco rompe el respaldo del asiento. Era evidente que iba a caer la segunda oreja.

Cierto es que era una tarde emotiva de Ponce –emotividad que no se vio en taquilla– y que su despedida de El Puerto, después de más de treinta años de orejas, puertas grandes y toros indultados, eran curriculum propicio para una cálida despedida. 

Y lo fue pues hubo una gran ovación tras el paseíllo, saliendo a saludar, la entrega de una placa en el ruedo por la entidad “De sal y oro”, número especial de la banda ambientando la lidia del segundo con la música del concierto de Aranjuez, brillante aunque poco portuense, y doble y clamorosa vuelta al ruedo en su segundo y palmas a compás. Pero hubo más forma que fondo, disfrutamos con el perifollo pero pusieron más carne en el asador Luque y Galván, ambos a por todas.

Ponce tuvo un primero encastado y con motor, justito pero con carbón y el de Chiva se limitó a tirar líneas sin remangarse. Aguantó los asaltos, porque le sobra profesionalidad y oficio pero no hubo pegada para que aquello cobrara vuelo.

Su segundo fue un manso rajado. El toro no quería pelea y se iba de los muletazos a su aire, desparramándose. La inteligencia de Ponce para sacarle partido al son de la banda fue acompañar al toro al tiempo que huía, toreando despeacio y con pulso en muletazos de bonito principio de los que el toro se iba, soseando a media altura. El mansón tuvo nobleza pero se rajaba y allá fue Ponce detrás, luciéndose en un largo recorrido por el albero. Al público le encantó y aquello fue la apoteósis, despidiéndose Ponce como el torero grande que ha sido en esta plaza.

Lo de Luque ha sido un recital de cabeza, sentido de la lidia y torería. Su primero fue un manso rajado que alguna vez fue al bulto y las demás huia acobardado, rehuyendo cites. Juan Contreras lo bregó con oficio e Iván García pareó con facultades. 

El matador, con inteligencia, lo paró, sujeto e hizo que se el torotragara no poca muleta con la zurda, con torería y sitio. El toro dejó asomar su fondito de nobleza y el espada supo sacárselo. 

Con su descastado segundo y tras el mejor toreo de capote de la tarde, de salida, colocando al caballo y en el quite, lo brindó a los médicos que le asistieron tras la cornada del año pasado. Fue un toro con peligro ante el que Luque se impuso, tenaz y valiente, sin inmutarse con las coladas. El toro se descomponía a mitad de la tanda pero Luque lo dosificó y le cortó las dos orejas con fuerza.

David Galván demostró que no venía de mero telonero de Ponce, ni mucho menos, y le echó mucho valor a su primero, un cinqueño con peligro que acortaba los viajes y le topaba los engaños. Galván se impuso guapamente al enemigo para conseguir rematar con los circulares y las poncinas.

Rayó el aficando en el Campo de Gibraltar a gran nivel con el sexto, toro que no terminaba de humillar del todo, rematando por alto. Galván buscó con la zurda y mucha entrega el triunfo con ese toro que no le prestaba profundidad a su emocionada entrega. Pero se impuso de nuevo porque el que lo da todo y en la cara del toro, tiene que sobresalir por fuerza. No hay más.

Ficha técnica

Tercera de abono de verano en la plaza real

GANADERÍA: Seis de Garcigrande, desiguales de presentación con algun toro muy justito para El Puerto, una corrida a la que se le han cortado orejas y ha recibido aplausos en varios arrastres, con movilidad pero con la nota común de la falta de casta, algunos rajados o faltos de clase y otros con peligro.

TOREROS:

Enrique Ponce de lila y oro, estocada corta tendida OREJA y pinchazo y estocada DOS OREJAS TRAS AVISO.

Daniel Luque de nazareno y oro, estocada trasera y descabello OREJA estocada trasera tendida DOS OREJAS. 

David Galván de verde petróleo y oro, estocada delantera atravesada y descabello OREJA y estocada tendida DOS OREJAS. 

INCIDENCIAS: Un cuarto de plaza en tarde de calor. Destacó en la brega del segundo Juan Contreras y pareando Fernando Sánchez, Iván García, Víctor del Pozo y Juan Carlos Rey.

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