"Un triunfo en Madrid siempre abre puertas y tiene repercusión"
Juan Ortega. Matador de toros
El diestro sevillano retorna el 15 de agosto a Las Ventas, donde el año pasado en esa fecha rozó la Puerta Grande y se destapó como un torero importante para la afición capitalina
Juan Ortega (Sevilla, 1990) retorna el próximo 15 de agosto, en la festividad de la Virgen de la Paloma, a Las Ventas, donde el año pasado en esa fecha rozó la Puerta Grande. El sevillano, uno de los diestros que torea con más gusto del momento según la mayoría de la crítica, ausente en la pasada Feria de Abril y que ha sumado este año cuatro tardes, dos de ellas en la Monumental madrileña, ahonda en su compromiso –alternará con Robleño y Ritter, con toros de Martín Lorca– y en una situación en la que todavía no ha debutado como matador de toros en Sevilla y apenas ha contado con oportunidades.
–Juan, analice el cartel.
–No he toreado ni con Robleño ni con Ritter. En cuanto a la ganadería tampoco he lidiado toros de esta divisa en corridas ni en novilladas. Sí he tentado varias veces en el campo y bien con vacas grandecitas y fuertes, con raza. Tienes que estar preparado y sirven de mucho.
–El año pasado, el 15 de agosto en Madrid rozó la Puerta Grande ¿Qué supone torear en esta fecha?
–Yo siempre lo he dicho. El 15 de agosto es una fecha muy torera en Madrid. No es de mucho público, pero echaba la vista arriba y veía gente del toro y aficionados. Me hace especial ilusión. Desde pequeño oía que “quien no torea el 15 de agosto ni es torero ni es na”. Yo, con pocas oportunidades, he tenido muchos 15 de agosto en los que no he toreado. Así es que hacerlo en esta fecha y además en la primera plaza del mundo es perfecto.
–Hay rumores de que puede torear en la próxima Feria de Otoño ¿Está ya contratado?
–Ni si, ni no. Es verdad que pienso que iremos. Roberto Piles –quien lo apodera junto a Pepe Luis Vargas– ha hablado de la posibilidad de la Feria de Otoño. Claro, todo está condicionado al 15 de agosto.
–¿Cómo valora sus actuaciones del Domingo de Resurrección y San Isidro en Las Ventas?
–El Domingo de Resurrección fue una corrida especial por el cartel –junto a Galván y Aguado–, con la ganadería de El Torero, que me gusta mucho. Al primer toro, con el que estuve muy a gusto, le faltó un poco de transmisión. Cogí ese ritmo, ese acople y me metí tanto en la faena que no creía que estuviera en una plaza.Con el segundo, un sobrero de Lagunajanda, no hubo opción. Yen San Isidro, en mi debut en esta feria, tenía también mucha ilusión en la corrida de Valdefresno, que me había embestido el año anterior el 15 de agosto. La tarde salió un poco al revés. Hubo un vendaval. El primero duró poco y el segundo fue un marmolillo. Aún así, sin cortar orejas, sentí el reconocimiento de los aficionados y del público.
–¿Por qué no le pusieron dos tardes en San Isidro?
–En principio fue el Domingo de Resurrección y una en San Isidro y no hubo más opciones. Esas dos tardes eran muy buenas y estaba contento después de lo que llevaba esperando.
–¿Por qué los empresarios, en general, no le tienen en cuenta?
–Le diría que ahora mismo lo que se premia es el triunfo. Siempre ha sido así. Antes, aún no habiendo grandes triunfos, se daba cuartel a los toreros en un mercado que ya no existe. Así es que hay que conseguir un triunfo grande. El maestro Pepe Luis, que vivió aquella época, lo pasa peor que yo, que lo veo normal.
–Me dijo en cierta ocasión que conseguir un triunfo en Madrid es casi un milagro ¿Continúa pensando lo mismo?
–Sí, continúo pensando lo mismo.
–Ahora que conoce la plaza, ¿acude con menos presión?
–Yo creo que en Las Ventas no se acostumbra nunca nadie. Siempre que estás anunciado te entra una gran intranquilidad en el estómago...
–¿Por qué no toreó este año en Sevilla, donde no ha debutado como matador?
–En un principio, la verdad, es que estaban las cosas para entrar. Y al final, que no había hueco. No se llegó a concretar nada.
–¿Cuántas corridas ha sumado este año?
–Llevo cuatro, las dos de Madrid, una en La Brede, en Francia, y otra en México.
–¿Qué contratos tiene?
–Gijón, el 14 de agosto;Madrid, el 15 y Bayona el 31 de agosto.
–¿Un triunfo en Las Ventas el 15 de agosto le puede reportar contratos?
–Un triunfo en Madrid siempre abre puertas y tiene repercusión. El año pasado me sirvió. Todavía quedan las últimas ferias de la temporada sin cerrar y también puede servir para sustituciones.
–¿En qué ha cambiado más como torero?
–He ido profundizando y buscando cosas que me ilusionan. Ese muletazo que tengo en la cabeza, en todo lo que me ilusiona. Pero en lo fundamental no he cambiado en nada.
–¿Cuáles son sus aspiraciones?
–Ahora mismo, Gijón, que es televisada;Madrid y Bayona, que me puede servir para abrir mercado en Francia. Son tres puntales fuertes. No quiero mirar más allá.
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