Carteia, una huella del Imperio Romano en el Campo de Gibraltar
El enclave arqueológico se sitúa en una ubicación estratégica por la que pasaron varias civilizaciones
A partir de la década de los cincuenta, el Cortijo de Rocadillo de San Roque fue el escenario de las excavaciones arqueológicas que recuperaron progresivamente la ciudad de Carteia, una colonia romana fundada por los fenicios y desarrollada por los cartagineses que desapareció a comienzos de la Edad Media.
Situada en la desembocadura del río Guadarranque, ya aparecía en los escritos griegos y latinos antes de que se encontraran los restos arqueológicos, como afirman desde National Geographic. La ciudad, con vistas al Estrecho y a la costa africana, estaba situada en una posición estratégica y desarrollaba actividades como la pesca, los salazones o la alfarería.
Durante el siglo XVIII, los dibujos y grabados que representaban Carteia mostraban restos de un teatro, la muralla o un embarcadero, datos en los que se basaron las excavaciones.
En el enclave se han hallado monedas e inscripciones, además de otras piezas a su alrededor como el "huerto del gallo" en 1840, el llamado "tablero de mármol", con relieves de bucráneos (cráneos de buey) y guirnaldas, y en 1927 apareció un sarcófago estrigilado (decorado con símbolos en forma de «S»), también de mármol, que se conserva actualmente en el museo de Cádiz.
Actualmente pueden visitarse en un recorrido una muralla púnica, un templo romano de época republicana, una piscina de planta basilical, un edificio termal, varias “domus” (viviendas) romanas, una factoría de salazones y un gran edificio de la época del emperador Augusto, varias necrópolis tardorromanas (s. VI d.C.), un teatro romano, la torre Rocadillo, almenara de vigilancia costera del siglo XVI mandada construir por Felipe II y un búnker de la II Guerra Mundial.
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