La Casa del Espía de Algeciras, un escenario de película convertido en alojamiento rural
Lugares con historia
El complejo turístico Huerta Grande, ubicado en la zona de Pelayo, alberga rincones llenos de historia como esta villa de principios del siglo XX, que fue utilizada por espías italianos durante la Segunda Guerra Mundial
El hecho de que España no participase directamente en la II Guerra Mundial, no quita que fuese escenario indirecto del conflicto a causa de la actividad de los servicios de inteligencia de los diferentes países implicados. Así fue especialmente en lugares tan estratégicos como el Campo de Gibraltar, con el paso fundamental entre el Atlántico y el Mediterráneo que supone el Estrecho y la presencia de la propia Gibraltar como colonia británica y base militar activa durante la guerra.
De hecho, la presencia y actividad en la zona de diferentes espías y agentes secretos en la zona durante todas las fases de la IIGM está muy bien documentada, destacando diferentes enclaves que fueron escenario de las intrigas y los subterfugios de esta faceta diferente y más oculta del mayor conflicto bélico de la historia de la humanidad.
Uno de esos escenarios, que perfectamente podría haber ambientado alguna novela de Ian Fleming o Ken Follet, fue la Casa del Espía de Pelayo, denominada actualmente así por haber albergado durante la primera mitad de la década de los cuarenta del siglo pasado a espías italianos. Uno de sus principales ocupantes fue un agente experto en transmisiones, que controlaba e informaba desde allí sobre la actividad naval en el Estrecho y la propia Gibraltar. De hecho, la casa disponía de un pequeño mirador, (eliminado tras una reforma más reciente) desde donde se podía divisar la cara occidental de Gibraltar, que es precisamente donde están ubicados el arsenal y los muelles de la Royal Navy.
Esta preciosa y centenaria villa de estilo inglés, planta pentagonal y tejados de pizarra, es actualmente un alojamiento rural de cuatro dormitorios con capacidad hasta para 12 personas, pero en su momento supuso una base de apoyo fundamental para la unidad naval más singular de la marina italiana, la Decima Flottiglia Mas. Especializada en la lucha submarina, esta división militar llegó a estar dirigida por Junio Valerio Borghese, el conocido como Príncipe Nero, que sobrevivió a la IIGM pero terminó falleciendo en Cádiz en extrañas circunstancias el 26 de agosto de 1974. Es decir, hace ahora precisamente 48 años .
La Décima Más (en su nombre castellanizado) suponía la mejor arma italiana contra la todopoderosa marina británica, que desde Gibraltar dominaba el Estrecho. Expertos conocedores de los fondos y costas del Mediterráneo occidental, esta unidad italiana contaba con los maiali, una patrulla de submarinos enanos o “torpedos de marcha lenta” inventados por el marino Teseo Tesei, que también estuvo presente en el Campo de Gibraltar durante la guerra. Dirigidos por los mejores hombres-rana del ejército italiano, estos ingenios militares podían desmontarse bajo el agua para convertir una parte en bombas contra objetivos concretos mientras los submarinistas regresaban a su base con la sección motriz, siendo un protagonista destacado en operaciones italianas contra la base británica de Gibraltar.
Un destino rural cargado de historia contemporánea
De todo aquello fue testigo directo y escenario esta Casa del Espía de Pelayo, que se integra ahora en el Complejo de Turismo Rural Huerta Grande. Rodeado de la vegetación típica de la zona, y ubicado entre los parques naturales de Los Alcornocales y del Estrecho, este magnífico enclave ofrece alojamiento en diferentes cabañas, la propia Casa del Espía y el antiguo cortijo de la Buganvilla. Pero además, Huerta Grande también cuenta con la Casa del Comandante, otra antigua villa cargada de su propia historia.
Esta casa de estilo típico andaluz de primeros del siglo XX, sirvió de lugar de ocio y retiro para los gobernadores militares del Campo de Gibraltar y también fue durante apenas tres meses como prisión de lujo para el general golpista del 23F Milans del Bosch. Pero como se suele decir en antiguos relatos, eso ya es otra historia de las muchas que alberga cada rincón del Campo de Gibraltar.
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