Descubre de dónde viene el nombre de uno de los paraísos de Tarifa: la playa de los Alemanes

En el término municipal de Tarifa, junto a Zahara de los Atunes, se encuentra la playa de los Alemanes, un enclave de unos 1500 metros de largo y alrededor de 50 de ancho entre los cabos de Gracia y de la Plata que esconde varias historias tras su curioso nombre.

La playa de arena fina y dorada y aguas cristalinas no tiene nada que envidiarle a las paradisiacas playas del Caribe. Destaca por su belleza entre la naturaleza más salvaje y los chalets de lujo que la rodean, aunque, poco a poco, la presencia humana ha hecho que desaparezca casi al completo su sistema dunar llevando con ello la pérdida de flora.

La también conocida como playa de Cabo de Plata o playa de Agua en medio es un entorno tranquilo para desconectar durante la época estival que esconde varias historias en lo que respecta a su nombre, las más reconocidas relacionadas con la II Guerra Mundial.

Según cuentan en varios libros y documentales que narran la importancia de la provincia de Cádiz en el conflicto bélico, esta playa sirvió de refugio para los alemanes nazis que huían del avance de los aliados. Llegaron a repostar con los submarinos cerca del Cabo de Plata y se quedaron en la zona con la intención de vigilar a los barcos militares que transitaban por el Estrecho de Gibraltar.

Una vez concluida la guerra, algunos militares decidieron quedarse a vivir en la zona y se trasladaron con sus familias, algo que le dio al enclave el nombre de la playa de los Alemanes.

Otras historias

Alejándose por completo de las historias bélicas, otro origen de la nomenclatura se basa en el turismo. El pueblo alemán es uno de los que más visita la zona, por lo que la enorme afluencia de estos al municipio de Zahara de los Atunes le dio, según su propia página web, este nombre.

En los datos aportados narran que en los años 70 llegaron hasta el despacho del presidente de la Diputación varios alemanes con la intención de realizar una fuerte inversión en la zona. No obstante, el turismo germano tomó fuerza años más tarde de este suceso.