El Estrecho de Gibraltar, un puente entre continentes con un gran valor natural
La fauna y la flora está influenciada por su ubicación estratégica entre Europa y África
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La importancia del Estrecho de Gibraltar es innegable en todos los aspectos posibles. Por su ubicación ha sido el escenario de numerosos sucesos a lo largo de la historia y también es parte de la ruta migratoria de aves y otras especies del mundo marino, entre otras muchas acciones que se llevan a cabo en dicho lugar, puente entre el continente europeo y el africano y unión del Mediterráneo y el Atlántico.
El Estrecho se sitúa en el extremo sur de la provincia de Cádiz. La línea costera supera los 60 kilómetros de largo y una milla marina mar adentro, dejando a su paso un gran legado natural.
La riqueza de su flora y su fauna queda reflejada en las especies que habitan en las numerosas formaciones como playas, acantilados y cuevas submarinas. En este primer aspecto destaca el Paraje Natural de Los Lances en Tarifa y el Monumento Natural de la Duna de Bolonia, todo un símbolo de la zona.
La vegetación del lugar está condicionada por los vientos y la presión humana. Las sierras de La Plata y San Bartolomé destacan por ser una zona de poca vegetación, con afloramientos rocosos, en los que pueden observarse matorrales rastreros, pastizales y endemismos botánicos, sobre todo. En cuanto a las especies características, podemos observar aves como el alimoche, el buitre leonado y el halcón peregrino.
En las zonas más bajas hay mejores suelos, por lo que los grandes árboles como los alcornoques, acebuches y pinos de reforestación forman distintos bosques. En las playas y acantilados rocosos habitan especies como barrón, pino piñonero, sabina, camarina y enebro marino. Son frecuentes las aves acuáticas como el chorlitejo patinegro, el correlimos tridáctilo y la gaviota de Audouin.
Los fondos marinos están poblados de fanerógamas como la seba. Más al interior, donde las algas pardas y rojas, como la laminaria, forman bosquetes encontramos una fauna marina de gran valor. Además de ballenas, delfines, tortuga boba, marsopas, atunes, escualos, esponjas, medusas, moluscos y crustáceos.
La riqueza de la fauna aumenta en las épocas migratorias, puesto que más de 300 especies se trasladan entre Europa y África. Las más destacadas son la cigüeña negra, el buitre negro, el águila imperial y el aguilucho cenizo.
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