Grandes vistas y aguas que curaban la anemia, los secretos que esconden las casas-cueva de El Palancar

Una de las rutas más atractivas que pueden realizarse en pleno Parque Natural de Los Alcornocales es la ruta de las casas-cueva de El Palancar, en Los Barrios. Ubicado a pocos metros del pantano de Charco Redondo, este trayecto de unos 3 kilómetros de extensión nos permite conocer las antiguas viviendas de los moriscos en la zona, un espacio que destaca por sus increíbles vistas y por contar con una fuente de aguas ferruginosas que, según la creencia popular, quitaba la anemia.

El camino está señalizado desde su comienzo, aunque al estar en pleno monte suele permanecer cerrado al público en época de caza, pues supone un peligro para los senderistas.

El punto de partida es el Puerto de Valdespera. Desde allí parte un sendero ascendente que atraviesa un pinar camino al quejigal en el que se ubican las curiosas construcciones que le dan nombre a la ruta. No obstante, a lo largo de la caminata también se encuentran otros tesoros como una tumba antropomorfa esculpida en roca y la fuente con aguas que curaban la anemia.

Las casas-cueva están rodeadas de flora y fauna característica del Parque Natural de Los Alcornocales. Es un lugar en el que pueden visualizarse buitres y otras aves rapaces, además de ciervos entre alcornoques, pinos y algunas plantas carnívoras.

Antes de llegar a las construcciones pueden verse junto al camino restos de viviendas habitadas a principios de los años 70, en algunas se intuye la presencia de hornos de carbón que se usaban antiguamente para cocinar o calentar las casas.

El último punto que visitar en este trayecto es el Mirador del Palancar, el mejor lugar para disfrutar de grandes vistas del espacio natural, el embalse de Charco Redondo y la Sierra de Montecoche.