Jimena, uno de los municipios que marca la historia alfarera de Andalucía

La cerámica ha evolucionado con varios estilos a lo largo de la historia desde que apareciera en el Neolítico

La torre-campanario de la antigua Iglesia de Santa María la Coronada, una de las postales de Jimena

Una ruta en moto por el Parque Natural de Los Alcornocales

Piezas de cerámica.
Piezas de cerámica. / Junta De Andalucía
A. G. R.

28 de julio 2023 - 07:00

La alfarería ha sido una de las actividades más destacadas en Andalucía desde tiempos prehistóricos, concretamente desde el Neolítico. Desde ese momento, la cerámica en diversos estilos ha ido evolucionando a lo largo de las distintas etapas, desarrollándose en ciudades concretas, una de ellas, Jimena, que aún continúa con estos trabajos.

Una de las cerámicas más destacadas de Andalucía fue la cerámica califa, la que surgió en Medina Azahara entre los siglos IX-XI. Luego, la nazarí tomó importancia. En este caso, era original de Granada, de los alfares del altozano, lugar en el que se situaba la puerta de acceso a la ciudad: Fajalauza.

Al-Andalus se llenó a partir del siglo XI de ornamentaciones geométricas conocidas, genéricamente, como cerámica andalusí. También destacaron las lozas doradas de los alfares malagueños del siglo XIII.

La demanda de los productos creados a partir de la actividad alfarera bajó considerablemente durante el siglo XX, no obstante, en los últimos años está resurgiendo y hay muchas ciudades en las que se sigue llevando a cabo esta artesanía.

En Cádiz, pocas localidades siguen manteniendo este oficio, entre ellos uno del Campo de Gibraltar, Jimena, y otro de la comarca de La Janda, Conil de la Frontera.

El resto de provincias cuentan con elementos como alfares históricos y colecciones, como es el caso de Almería en los que Vera, Nijar o Albox continúan con estos trabajos centenarios. En Córdoba, la presencia musulmana llevó a que la cerámica sufriera un cambio radical, logrando su mayor esplendor durante el Califato.Allí se encuentra el centro alfarero de La Rambla, uno de los principales del país.

El recorrido andaluz continúa por Granada, una provincia con una gran tradición alfarera, sobre todo, para fines decorativos. De los viejos alfares se han recuperado piezas muy significativas como jarras, azulejos o figuras de barro policromado. En Huelva también hay una gran colección de elementos que pueden verse en los distintos museos de la ciudad, al igual que en Jaén, aunque, quizá, esta provincia sea una de las más destacadas, pues cuenta con centros cerámicos en muchos municipios, entre ellos Andújar, Alcalá la Real, Baeza o Cazorla.

Por último Málaga y Sevilla, la primera se ha quedado con la herencia de las alfarerías tradicionales, mientras que la segunda cuenta con una de las mayores tradiciones de cerámica estannifera policomada del país.

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