Ovnis y sucesos paranormales. Estos son algunos lugares que rozan lo paranormal en el Campo de Gibraltar

Las leyendas y las historias paranormales envuelven distintos lugares del Campo de Gibraltar. Los más valientes y curiosos se trasladan hasta estos puntos de la comarca para vivir una experiencia única y sentir un chute de adrenalina en espacios "encantados" en los que se dice que hay presencias de otros mundos, e incluso de otros planetas.

El Cerro del Tambor

En pleno Parque Natural del Estrecho, en Algeciras, se encuentra el sendero del Cerro del Tambor. Los aficionados a la ufología comentan que es un lugar idóneo para el avistamiento de ovnis, pues pueden verse luces y otros destellos en la zona tras el supuesto desarrollo de una misión militar en dicha ubicación.

Punta Carnero

También en Algeciras se encuentra el Faro de Punta Carnero. Es un lugar bastante conocido en la zona, lo que no todos saben es que también se considera un gran lugar para ver las naves de otros planetas. Los menos "creyentes" comentan que los sucesos que allí ocurren tienen que ver con el tránsito de los barcos por el estrecho.

La Sauceda

Fue el último lugar de resistencia republicana en Cádiz durante la Segunda República. Allí, en pleno Parque Natural de Los Alcornocales, tuvo lugar un bombardeo que acabó con la vida de medio centenar de personas. Hasta allí se trasladan muchas personas por la noche, pues cuentan que se escuchan las lamentaciones, los disparos y el ruido del bombardeo.

Complejo Educativo General Ballesteros

La Línea también cuenta con su lugar paranormal. Desde que el Ministerio de Defensa cediera este emplazamiento al Ayuntamiento de la localidad, las historias tenebrosas no dejaron de narrarse.

Según afirman, han tenido lugar apariciones y durante la noche se podía escuchar el sonido de monedas al caer al suelo.

La monja de Gibraltar

Cuarto Milenio ya se trasladó hace bastantes años hasta el Peñón de Gibraltar para hablar sobre estos sucesos, aunque uno de los más llamativos es el espíritu de una monja que deambula por la residencia del gobernador.

El Convento, en el que se sitúa la casa del gobernador, fue el lugar elegido por la familia de una joven española para ingresar tras enamorarse de un hombre del que no debía. Los jóvenes intentaron escaparse cruzando el Estrecho en barca, pero el enamorado, finalmente, murió ahogado y a ella, cuando la rescataron, la condenaron a morir emparedada entre los muros de la Capilla Real, edificio anexo al convento, por lo que dicen que el espíritu de la joven, vestida con el hábito, sigue viéndose por la zona.