Cómo actuar ante las principales picaduras de animales en la playa

Consejos para el verano

La presencia masiva del ser humano en el litoral puede provocar encuentros poco agradables con algunas especies marinas que cuentan con mecanismos de defensa que debes conocer.

Fotos de la invasión de medusas en las playas del Campo de Gibraltar
Fotos de la invasión de medusas en las playas del Campo de Gibraltar / Erasmo Fenoy
Salvador Puerto

10 de julio 2022 - 18:46

En el verano hay picaduras mucho más molestas (y en ocasiones hasta peligrosas) que las clásicas provocadas por los mosquitos y otros insectos, sobre todo cuando nos adentramos en el mar.

La llegada masiva de miles de seres humanos a nuestras costas en estos calurosos meses provoca que, al entrar en su entorno, nos podamos encontrar con animales provistos de defensas naturales. Ya sea por mala suerte o simple descuido, o bien por imprudencia, un encontronazo de estos nos puede provocar una desagradable sorpresa.

Dependiendo de la intensidad o localización de la picadura, o de problemas previos que presente la persona afectada y que puedan agravarse, la picadura de cierto tipo de medusas y algunas especies de peces puede provocar desde un dolor importante hasta consecuencias más graves si no se sabe actuar en el momento o no se acude a un puesto de socorro.

Medusas

La picadura de medusa produce una sensación inmediata de dolor y picor intenso, acompañada de la progresiva inflamación y enrojecimiento en la zona afectada y la posible la aparición de ampollas, especialmente en los niños.

Dependiendo de la gravedad del contacto o de cómo se haya tratado en las primeras horas, las lesiones cutáneas pueden desaparecer en pocos días o incluso persistir durante semanas.

En el Mediterráneo habitan unas 300 especies de medusas de las 4000 conocidas en el mundo, pero ninguna con veneno letal. En las costas Atlánticas, sí se puede encontrar la carabela portuguesa, Physalia physalis. Aunque no sea exactamente una medusa, sino una colonia de diferentes organismos, actúa deforma similar con un veneno muy potente y doloroso, que incluso ha llegado a ser mortal en los casos más extremos. Claramente reconocible por su parte flotante, una especie de bolsa azulada semitransparente rellena de gas de unos 30 centímetros, en ocasiones sí puede aparecer frente a las costas Mediterráneas tras atravesar el Estrecho.

¿Qué hacer si me pica una medusa?

Lo primero y obvio, para evitar problemas, es no bañarse en presencia de estos animales. En el caso de que ya haya ocurrido la picadura es conveniente seguir estos pasos:

  • No frotar la zona afectada, ni con arena ni con toallas, paños o ropa.
  • Retirar de la piel si hay restos de tentáculo visibles, pero siempre con pinzas o guantes para no tocarlos directamente.
  • Lavar la herida con agua salada o suero fisiológico sin frotar, pero NUNCA con agua dulce, ya que ésta activa las células urticantes (cnidocistos) y aumentaría la cantidad de toxina inyectada en nuestra piel, empeorando los síntomas. También es recomendable lavar la herida con vinagre, que degrada los cnidocistos de las medusas pero sin activarlos
  • Aplicar cuanto antes frío seco sobre la zona afectada, con una bolsa de hielo y un paño (nunca directamente sobre la piel a no ser que sea agua marina congelada) o un gel frío pero sin contacto directo. El frío sirve para aliviar el dolor y degradar el veneno. Mantener el frío sobre la zona de la picadura durante unos cinco minutos. Si el escozor no se detiene, aplicar frío otra vez durante cinco minutos más.
  • Por supuesto, nada de aplicar orina en la herida. Además de ser un bulo bastante desagradable sería incluso contraproducente, ya que la orina contribuiría a extender el agente tóxico de la medusa e incluso agravar la erupción cutánea.
  • En caso de duda, acuda a la caseta de socorro más cercana, donde podrán aplicarle el tratamiento más adecuado.
  • Si el estado de la víctima empeora a pesar de haber aplicado frío y comienza a sufrir alteraciones respiratorias, cardíacas o convulsiones, hay que desplazarla urgentemente al hospital más cercano.
  • Ya en casa, para evitar que la herida se infecte, es recomendable la aplicación de un antiséptico tres o cuatro veces al día y limpiar la herida una vez al día durante una semana hasta que cicatrice completamente.
  • También hay que tener en cuenta que la sensibilidad al veneno aumenta
  • con el número de picaduras, por lo que las personas que las han sufrido más de una vez pueden presentar una reacción más severa en una nueva ocasión.

Pez araña

El nombre de pez araña se aplica a dos especies de peces muy similares y relacionadas de la familia de los traquínidos, el Trachinus araneus y el Trachinus draco, que podemos encontrar en nuestras costas, tanto en el litoral mediterráneo como en el atlántico.

Pez araña
Pez araña

Este pez suele encontrarse enterrado en la arena, donde se oculta para cazar. Es más común hallarlo en fondos marinos arenosos a unos 50 metros de profundidad. Sin embargo, durante el verano se les puede ver más cerca de la costa, lo que provoca sus encontronazos con los bañistas cuando una persona está nadando o andando en la playa a poca profundidad. Además, en época de desove suelen ser muy territoriales y más agresivos y ésta coincide precisamente de junio a agosto.

Su picadura se produce mediante de las espinas venenosas que tiene sobre sus branquias y en su aleta dorsal y produce un dolor muy intenso que aumenta progresivamente. Otros síntomas son la inflamación y sensación de hormigueo en la zona afectada, además de dolor de cabeza, náuseas e incluso vómitos.

¿Qué hacer si te pica un pez araña?

  • Limpiar y desinfectar la herida
  • Retirar la espina clavada, preferiblemente con pinzas
  • No hacer torniquetes ni cortes
  • Sumergir la zona de la picadura en agua muy caliente al menos 30-60 minutos. La toxina del veneno del pez araña es termolábil, con lo que se destruye con el calor.
  • Siempre que sea posible, acudir a un puesto de socorro. Si el dolor no se reduce con la aplicación de calor o aparecen síntomas graves, acudir a un centro médico.
  • Revisar la vacunación contra el tétanos.

Rayas

Los peces rajiformes están emparentados con los tiburones y son fácilmente distinguibles por su forma aplanada. Su mala fama viene derivada de la presencia, en algunas de ellas, de aguijones venenosos en su cola que pueden provocar serios problemas al bañista o al buzo que tenga la mala fortuna de sufrir su picadura.

Pastinaca
Pastinaca

En el Mediterráneo y en el Atlántico cercano al Estrecho pueden encontrarse diferentes especies de rayas. Son animales generalmente inofensivos si no se les molesta. No atacan sin interacción previa y muchas de ellas ni siquiera disponen de aguijón como las rayas mosaico, de boca rosa o torpedo (aunque ésta produce descargas eléctricas no letales pero sí dolorosas).

Sí tienen aguijón la águila de mar (Myliobatis aquila) y la pastinaca o raya látigo común (Dasyatis pastinaca) pero como arma defensiva que el animal emplea sólo cuando se siente atacado. El aguijón está situado encima de la cola y es reemplazado por otro cada cierto tiempo o tras un ataque, por eso algunas rayas presentan dos o tres aguijones a la vez.

El veneno es producido por un tejido glandular situado ubicado detrás del aguijón que desarrollan desde su fase embrionaria, de forma que una raya recién nacida ya dispone de veneno. Además de su toxicidad, las púas presentan dientes de sierra, con lo que en el ataque puede producir una herida abierta en la piel, además de poder romperse y dejar restos clavados.

Qué hacer ante la picadura de una raya

  • Mantener la calma y buscar ayuda médica. La rápida reacción inicial podrá evitar males mayores ante una picadura que causa un intenso dolor, que si no se evita, se agudiza aún más durante los 30 y 60 minutos posteriores. Es común que la picadura sangre bastante por la forma serrada de la espina y que se inflame.
  • Lavar la herida de forma inmediata con agua limpia.
  • Si se nota la presencia de la espina o restos, extraerlos con ayuda de una pinza.
  • Sumergir la parte afectada en agua lo más caliente que toleres. El veneno de las púas de la raya es termolábil, se descompone con el calor, perdiendo mucha toxicidad y disminuyendo el dolor. Si no tienes agua caliente a tu disposición, puedes meter la parte dañada en cualquier medio que genere calor, como la propia arena de la playa si está a una temperatura elevada mientras llega la ayuda.
  • Venda la herida con una tela disponible que esté limpia, libre de pelusas, y mojada en agua caliente, una vez que la herida haya dejado de supurar. Si el área de la herida muestra alguna señal de infección, como enrojecimiento, hinchazón prolongada o pus, busca atención médica de inmediato.
  • Ante la aparición de náuseas, vómitos, calambres musculares o escalofríos, es fundamental acudir urgentemente a un centro médico, ya que estos síntomas pueden indicar una reacción alérgica o una sobredosis de veneno.
  • Y por último, si te encuentras en alguna playa donde sepas que puedes encontrarte estos peces, arrastra tus pies cuando estés entrando en el agua para tropezarte con las rayas en lugar de ponerles el pie encima. La vibración de la arena al aproximarte suele servir para ahuyentarlas.

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