"Disfruto más en el Día del Orgullo en los pueblos que en grandes ciudades"
Pink Chadora, drag queen
Es una artista imparable que canta, actúa y escribe poesía
"Pelayo es un brócoli"
La coral de Tarifa protagoniza la obra 'Gazela del Estrecho'
Desayunar mirando al mar en el Campo de Gibraltar
Pink Chadora brilla con lentejuelas, purpurina y tejidos tornasolados. Luce pelucón, taconazos, uñas postizas y ojos color hielo. Pero aparte de los complementos, Pink Chadora es una estrella que brilla con luz propia. Su simpatía, creatividad y arte desbordan al personaje de dos metros de altura, una escultura colosal de melena ondulada que camina al ritmo que le permite la estrechez de su falda, que pisa fuerte y hace brotar sonrisas a donde quiera que va.
Entre flores y veredas nos encontramos con Pink Chadora en el Parque del Centenario de Algeciras, no muy lejos de Pelayo, su tierra de origen que reivindica y quiere. A pesar de vivir actualmente en una ciudad, adora muchas de las características de la pedanía, como tener el campo cerca, la vida con las vecinas y las verbenas que solo son posibles en pequeños núcleos de población.
La estrella del programa de televisión Drag Race España, que sigue de gira y tiene un montón de eventos programados para este verano, saluda con su característico: "¡Hola bonituras! ¿Qué pasa?" antes de abrirnos su mundo de fantasía y libertad, un lugar en el que poder ser quien se quiere ser.
- ¿Cómo nació Pink Chadora?
- Nació hace cinco años de manera super espontánea. Yo hacía microteatro en un colectivo de artistas de Málaga, Villa Puchero Factory, actividades para el Festival de Cine... y siempre me tocaba el personaje de la travesti. Entonces empecé a ver el programa de RuPaul's Drag Race y dije: pues lo mismo yo ya tengo un personaje y solo necesito el nombre, porque lo demás ya estaba. Pink Chadora nace porque me invitaron a poner música en una fiesta y de ahí salió el nombre, de pinchar música.
- ¿Qué hace Pink Chadora que no hacía Martín de Arriba?
- Pink Chadora aúna muchas cosas artísticas, desde el pensar en el personaje hasta llevar a cabo su propuesta estética. Todo me sana muchísimo porque llega un punto en el que hago tantas cosas a la vez que no tenía tiempo de hacer lo que de verdad quería. Hacer drag aúna muchas de las cosas que me gustan y, de repente, me llenaba ese vacío. De ahí, poco a poco, fui cogiéndole gustillo. A la gente le gustó mucho el personaje porque es muy versátil, porque lo mismo te la encuentras en una discoteca que en un museo, en la presentación de un libro... Una de las primeras cosas que hice fue presentar un libro de poemas de Ben Clarck en el Museo Picasso de Málaga y eso me abría muchas puertas a la fantasía, a la mía y a la de mucha gente.
Yo siempre he sido una persona muy tímida. Ser Pinck Chadora me da muchas libertades porque no tienes que rendirle cuentas a nadie, tienes una máscara muy grande. De hecho yo cambio hasta mi voz y eso te da mucha libertad. A mí me encanta poder servir como escaparate, no me da miedo salir a la calle y que la gente te pueda decir algo, porque se gana más que se pierde. Siempre va a despertar la curiosidad en alguien y es una forma de acercar el drag y las disciplinas artísticas a esa persona. Un click puede hacer en alguien seguro.
- ¿Cómo es estar dentro del mundo drag queen?
- A pesar de lo que pueda pensar la gente, de que el drag no está bien visto, yo creo que quien dice eso no conoce lo que es este mundo. El mundo del drag es un mundo de fantasía completo, por eso creo que mi personaje le gusta tanto a los niños como a los mayores, porque no ven la parte perversa que se asocia del mundo de la noche, las drogas... Entonces yo me lo llevo de allí y la gente automáticamente me ve como un personaje de dibujitos. Lo uso mucho como herramienta, esta estética como de Barbie, alegre, porque una vez que has llegado con ese mensaje tan blanco te conviertes en un Caballo de Troya y puedes lanzar mensajes muy poderosos. Y eso es una de las cosas que más me gusta. El mundo drag está viviendo una explosión tan grande, hay tantos tipos de drag... se está abriendo todo cada vez más y te das cuenta de que al final esto es una explosión artística.
- ¿Por qué Pink Chadora reivindica lo rural?
- Yo siempre reivindicaré lo rural y reivindico que el drag se pueda hacer fuera de las grandes capitales. Como en muchas otras profesiones, a veces es difícil quedarnos y vivir de ellas en nuestros pueblos y tienes que huir siempre a una capital. Y esto me cansa mucho, ya que allí hay más oportunidades, pero hay también más gente compitiendo. Me parece más bonito trabajar en sociedades más pequeñas, donde el personaje es más poderoso. Yo disfruto más haciendo el orgullo en pueblos que en grandes ciudades. Hay gente que te recibe diciendo: "eso que es, ¿un macho o una hembra?", pero otra rápidamente empatiza contigo, ve en ti la diferencia y se te acercan y te cuentan cosas. Hay gente que de repente encuentra en ti algo. Además, yo siempre digo que soy de Pelayo, yo no soy de Algeciras. En todo caso digo que soy del Campo de Gibraltar y porque lleva campo delante. Vengo a Pelayo siempre que puedo y me lleno de energía, una buena rebaná de pan de Pelayo con lomo en manteca, qué bueno.
- ¿Qué es lo que más te gusta de Pelayo?
- La naturaleza, Pelayo es un brócoli. No hay un sitio más verde, más bonito, más puro en todo el mundo. Te lo digo en serio. Y la gente es muy simpática. Pelayo mantiene ese aire de pueblo, es una pena que se vaya perdiendo, porque antes se hacían muchas más cosas en la barriada, pero se siguen manteniendo. Yo disfruto mucho del campo. La gente menosprecia mucho a la gente del campo, pero son personas que tienen muchas herramientas y muchísimo saber estar con el medio, en resolver las cosas. El campo te da una manera especial de relacionarte con el mundo.
- ¿Pink Chadora se mueve por el Campo de Gibraltar?
- Sí, estuve el año pasado el Orgullo de Algeciras, en el de Los Barrios también. Yo no había hecho nada en Algeciras antes de pasar por el programa, pero salir en la tele te coloca en otro sitio. Fue muy bonito poder actuar aquí en Algeciras, con mi gente por fin.
- ¿Cómo ha sido la aventura en Drag Race y las giras?
- En muy poco tiempo, Pink Chadora creció, se desarrolló y de repente estaba ya en el programa Drag Race y eso te catapulta, pues estás en el ojo de todos los seguidores del drag a nivel mundial y es alucinante lo rápido que aprendes todo, cómo te vas desenvolviendo... He hecho dos giras enteras con muchísima gente, llenando teatros todos los días. Yo a veces pienso que no estamos preparadas para todas esas cosas, porque pasas de estar con mil y pico personas gritando tu nombre por lo que haces y al día siguiente estás sola en un aeropuerto. Yo estoy con los pies en la tierra y voy a disfrutarlo a hora porque probablemente no dure para siempre. Tengo una sensación de acelere todo el rato, pero no quiero desaprovechar la oportunidad.
- Pink Chadora, escribe, canta...
- Pink Chadora hace de todo, tengo un libro de poemas, Todo era campo, la semana pasada hice una performance en el Museo Reina Sofía y me pregunto, ¿cómo la fantasía me ha traído aquí? Pink Chadora me ha abierto puertas que mi propio yo no me abriría, todo eso te plantea... ¿qué sería de mí sin Pink Chadora? He sacado mi canción nueva, Muñecota, música de gasolinera que a mí me gusta.
- ¿Pink Chadora está siempre contigo?
- Eso me costó muchísimo pero en el programa te acostumbras muy rápido. Allí te llaman siempre Pink Chadora. La primera semana es muy divertido, pero después te preguntas, ¿quién soy? Yo siempre digo que Pink Chadora es un personaje que he creado, pero no es verdad. Hay cosas que están dentro de mí que yo he potenciado con el drag, no me he inventado nada, todo está ahí, todos los referentes que he visto en la tele con mi abuela, de Lola Flores, todo eso lo tengo dentro, a flor de piel (dice imitando a Lola Flores). Es todo una amalgama de cosas mías que muchas veces nos controlamos, metemos las manitas en los bolsillos y no nos expresamos como realmente somos, pero Pink Chadora te da las alas para hacerlo con toda la libertad del mundo.
- ¿Todo el mundo debería ser drag?
- Sí, al menos una vez en la vida. Pero yo siempre lo digo: hay mucha gente que es drag queen y no lo sabe. Piensa por ejemplo el señor que va a trabajar al banco. ¿Ese señor tú crees que está siempre así en su casa? No, ese señor se traviste para ir a trabajar, y mucho. No se pone un polito, una camiseta... Va vestido de señor banquero, y eso es drag, querida.
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