¿Sabes cuántos monos habitan en Gibraltar?
Naturaleza
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Hace unos días vimos cómo un mono de Gibraltar deambulaba por La Línea de la Concepción. El ejemplar fue capturado y devuelto a casa pocos días después, pero sigue sin saberse cómo recorrería este mamífero los dos kilómetros que lo separaban de su entorno natural, el Peñón de Gibraltar de las calles linenses.
Aunque pueden tener fama de ladrones, no debemos olvidar que al subir al Peñón nos estamos adentrando en un territorio natural en el que ellos son los verdaderos habitantes, así que debemos tratarlos con respeto y no intentar acercarnos. ¿Sabes cuántas "monas rabonas", como también son conocidos, hay en Gibraltar? Vamos a contarte algunos detalles de esta especie, para que conozcas un poco más de su naturaleza si estás pensando en ir a visitarlos.
Los monos de Gibraltar pertenecen a la especie de macacos de Berbería y viven repartidos por toda la Reserva natural de la cima del Peñón, encontrando refugio en la cueva de San Miguel. Los adultos pueden llegar a pesar hasta diez kilos y medir más de medio metro. Suelen vivir veinte años y se alimentan de todo lo que pillan. Está prohibido darles de comer, incluso quien se atreva a darle un trocito de bocadillo puede ser multado. Es mejor no subir con comida en bolsos y mochilas, ya que puede despertar el apetito de estos ágiles y traviesos omnívoros. Como la raza humana, viven de día y duermen de noche y la gestación de las madres dura de cinco a seis meses.
Hasta 1991, la Royal Navy se encargó de la alimentación y supervivencia de los macacos en Gibraltar, considerados parte del patrimonio local. En ese año, esta responsabilidad fue transferida al gobierno gibraltareño. Según la tradición popular, la presencia continua de estos primates en Gibraltar simboliza la permanencia del territorio bajo dominio británico. Durante la Segunda Guerra Mundial, ante el temor de una posible invasión hispano-germana, el primer ministro británico Winston Churchill ordenó traer varias docenas de macacos del norte de África para garantizar la supervivencia de esta especie en la región. Según el último recuento, en el Peñón conviven 230 individuos que viven en 6 grupos que oscilan entre 25 y 70 animales. Actualmente la Sociedad de Ornitología e Historia Natural de Gibraltar (GONHS) y la Clínica Veterinaria de Gibraltar son las entidades encargadas de velar por la alimentación y la salud de los habitantes de la reserva gibraltareña.
El Instituto de Estudios Campogibraltareños (IECG) explica en una de sus publicaciones que los macacos son oriundos de las montañas del Rif y del Atlas, pero hay quienes suponen que la presencia a este lado del Estrecho es anterior a la formación de dicha vía de agua. Lo más probable es que algunas de las tribus con las que convivían los trajeran cuando la invasión árabe de la península ibérica, si bien en los libros de historia no hay mención a los mismos anterior a las últimas décadas del siglo XVIII.
La hipótesis de que fueran un residuo de la fauna terciaria europea, un remanente de aquellos que ocuparon Europa, no se sostiene tras recientes estudios genéticos del ADN mitocondrial, que sin lugar a dudas les atribuyen una procedencia argelina y marroquí. En ninguna fuente escrita ni siquiera en los tratados y guías naturalistas se hace mención a los mismos previo a la ocupación inglesa. Consta en un informe oficial –conservado en el Museo Británico– que en 1740 se trajeron de Berbería en buen número. Siguieron otras importaciones en 1813. Proliferaron hasta el punto de ser perseguidos llegándose para 1856 a un remanente de 4 o 5 ejemplares y a nuevas introducciones en 1860, hasta que en 1895 pasaría a ser responsable el coronel de ingenieros con lo que el censo aumentó hacia el año 1900.
Si visitas Gibraltar, el entorno de su reserva es una visita obligada, ya que ofrece unas vistas únicas del Estrecho. Además, allí podrás encontrarte con estos vecinos afortunados, que viven a sus anchas en la naturaleza con vistas a dos continentes.
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