El barrio de San Isidro, un lugar especial de Algeciras

Algeciras es una ciudad con muchos encantos. Durante una visita a la localidad puedes descubrir rincones únicos en plena naturaleza o trasladarte al pasado a través de distintos monumentos o yacimientos como el de las ruinas meriníes, pero, sin duda, una parada obligatoria es el barrio de San Isidro.

En pleno corazón del municipio se encuentra una de las barriadas más conocidas de la localidad. Sus calles de adoquines, las cuestas y las fachadas blancas cargadas de macetas y rejas de hierro forjado consiguen conquistar a todo el que la visita.

El barrio de San Isidro es un rincón especial para los algecireños. Uno de los lugares más representativos e importantes es la capilla de San Isidro Labrador, un lugar de culto en el que se encuentra la talla del Cristo de Medinaceli, una de las imágenes con más fieles de la ciudad. Allí también puede verse a María Santísima de la Esperanza, visitada el primer viernes de marzo por miles de personas.

La imagen del barrio nos traslada hasta el pasado. Su aspecto está más relacionado con una barriada de un pueblo que a la de la propia ciudad de Algeciras. Aquí no hay bloques de pisos, si no casas con grandes fachadas y jardines. Es uno de los rincones más tradicionales del municipio.

Otro punto de interés se encuentra justo al lado de la capilla. Con el mismo nombre del barrio y del templo, la Plaza de San Isidro es un lugar de encuentro para los vecinos de la zona. La preside una enorme cruz en el centro, una de las imágenes más características de dicho sitio, mientras que está rodeada de distintos árboles y bancos. En el exterior de la plazoleta se ubica uno de los bares más populares en Algeciras, Bar Pepe Troya.