Tres castillos del Campo de Gibraltar que no puedes perderte si visitas Cádiz
Las fortificaciones han pasado por manos de distintas civilizaciones a lo largo de la historia
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La historia del Campo de Gibraltar queda reflejada en sus monumentos. Con una visita por la comarca puedes trasladarse hasta épocas pasadas y conocer cómo vivían en aquel entonces las civilizaciones asentadas en la zona. Ejemplo de ello son tres fortificaciones ubicadas en Jimena, Castellar y Tarifa, entre otros muchos bienes culturales con los que cuenta el territorio campogibraltareño.
Castillo de Castellar
La fortificación fue declarada Bien de Interés Cultural en 1949 y Monumento Histórico Artístico en 1963. Gracias a su ubicación estratégica podía vigilarse tanto la zona de la sierra como parte de la costa de la comarca, por lo que fue un enclave bastante concurrido desde la época de los romanos.
El castillo fue edificado en el siglo XIII y se convirtió en uno de los lugares más importantes del sistema de defensa del Reino de Granada durante las guerras entre cristianos y musulmanes por controlar el Estrecho de Gibraltar.
En 1434 Juan de Saavedra se hizo con la fortificación para la Corona de Castilla, quien la tuvo en su poder hasta mediados del siglo XVIII, momento en el que la casa Saavedra de unió a la de Medinaceli. Años después pasó a manos de los vecinos como bien comunal.
Actualmente, tras una expropiación del Estado a la empresa Rumasa, el Castillo sigue siendo uno de los símbolos de Castellar, contando con un hotel en la Torre de Homenaje.
Castillo de Jimena
La fortaleza se encuentra en lo más alto del Cerro de San Cristóbal. Es el mayor monumento con el que cuenta la localidad, un castillo por el que han pasado multitud de civilizaciones desde su primera ocupación durante los siglos V-III a.C. por el pueblo de los turdetanos.
Por su gran localización se convirtió en una zona de control de paso, aunque fue adquiriendo un carácter más defensivo con el transcurrir de los siglos aumentando las construcciones defensivas en forma de murallas y torres.
Cristianos y musulmanes también pasaron por esta fortificación que fue restaurada y acondicionada en 1811, durante la Guerra de la Independencia. Un siglo después se utilizó en toda su extensión para las actividades agropecuarias, como consecuencia, desaparecieron los restos de la ciudad antigua y solo quedan a la vista en la actualidad las estructuras de carácter militar y los sistemas de aprovisionamiento de agua.
Castillo de Guzmán El Bueno
El Castillo de Guzmán El Bueno de Tarifa es uno de los mejores conservados de toda España. Fue construido en el año 960 por el califa cordobés Abderramán III, aunque su etapa más importante la vivió tras la conquista cristiana por parte del rey Sancho IV El Bravo.
En 1294 tuvo lugar el suceso que le dio nombre a la fortaleza. Alonso Pérez de Guzmán, alcaide de la fortificación, hizo frente a un nuevo intento de recuperar el castillo por parte de los musulmanes, prefiriendo sacrificar a su hijo antes que entregarlo.
El castillo ha sido restaurado en diversas ocasiones por distintas acciones que se han desarrollado en él durante su trayectoria histórica, algo que ha marcado su aspecto actual, conservando elementos de defensas como puertas, torres, barbacanas y covachas y otros de carácter palaciego adquiridos desde el siglo XIV y durante el siglo XVI, época en la que perteneció al I Marqués de Tarifa.
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