El Copo: un restaurante de toda la vida que no deja de sorprender
Gastronomía
Se encuentra en la barriada de Palmones de Los Barrios, y abre todos los días excepto los domingos por la tarde
Uno de los mejores panettones de la península se elabora en La Línea
Contar algo nuevo de El Copo podría parecer complicado, pero nada que ver. Este restaurante de Palmones lleva casi 45 años trabajando para ofrecer los mejores productos y elaboraciones a sus comensales, y lejos de haberse conformado con mantener la receta que le ha brindado un gran éxito en el plano gastronómico del Campo de Gibraltar, no para de reinventarse.
El amor por la gastronomía y por el buen servicio han hecho de este restaurante, con Manuel Moreno a la cabeza, uno de los lugares imprescindibles para entender y degustar la gastronomía de la comarca. Son muchas temporadas las que avalan la calidad de este establecimiento, que actualiza su carta cada pocos meses e introduce platos nuevos según la época.
Nos sentamos en una mesa de suave mantel blanco con Manuel Moreno y también con Estrella, su hija, una enamorada de la hostelería que suma 17 años trabajando en el restaurante, aunque nos confiesa que lleva involucrada en el negocio toda su vida. Esta familia abre cada día su negocio como si fuera su casa, y así se sienten los comensales que van a disfrutar de la rica y fresca variedad de productos que tienen siempre disponibles.
Cuando le preguntamos a Manuel por el triunfo de su negocio, nos confiesa que "yo le he dado al público lo que me ha pedido." El hostelero de 74 años comenzó como botones en el hotel Reina Cristina de Algeciras, y tras pasar por varios departamentos y aprender lo necesario del sector servicios, volvió a su tierra para cumplir una ilusión: abrir un restaurante con su mujer.
Manuel define su propuesta gastronómica como "una cocina tradicional con toques creativos". Durante todos estos años han hecho cambios en el gran local ubicado en la desembocadura del río Palmones: desde diferentes ampliaciones, remodelaciones, hasta introducir un carruaje, que es de las mejores mesas de uno de sus salones. Además, confiesa que parte de su trabajo es también adaptarse a los nuevos tiempos y a las nuevas generaciones de comensales. También le da un giro a la decoración del espacio de vez en cuando, cosa que el cliente nota. Manuel defiende orgulloso que "el público del Campo de Gibraltar es fantástico."
Y es que Manuel es un apasionado de su trabajo, "si volviera a nacer sería lo mismo. El trato con el público me encanta, meterme en la cocina, en la sala..." Además se siente afortunado del equipo de trabajo que también forma parte de la familia, una veintena de empleados para dar 100 cubiertos por servicio junto a Manuel, que se maneja en todas las tareas, por lo que está "de comodín."
El reconocido hostelero recuerda la época en los años 80, en la que se utilizaban las algas, el placton y los espárragos de mar para hacer unos platos únicos, ya que la costa campogibraltareña estaba repleta de esos alimentos salvajes del mar: "Aquí se cogían unas algas que eran lechugas, pero ya no llegan a penas. Antes se gastaban muchos más productos del mar, ahora algunos están prohibidos."
Cuatro hijas de Manuel y María Rosario también trabajan en el negocio: Divina lleva la parte administrativa, Vanessa se encarga de los postres y Gema y Estrella trabajan en sala y también gestionan el negocio. Estrella se siente muy orgullosa de haber aprendido todo lo que sabe de hostelería de su padre, "es un gran profesional, todo lo que sabe es a base de esfuerzo, de toda una vida dedicada a su trabajo. Entiende de todo." Además lo define como un "verdadero embajador de nuestra comarca, orgulloso de su pueblo y de su tierra. Él vende el Campo de Gibralar por el mundo", ya que Manuel también disfruta recorriendo la geografía española en diferentes certámenes en los que lleva el nombre de la comarca por bandera, como el Concurso Internacional de Paella Valenciana de Sueca en el que participó el pasado mes de septiembre.
La hostelera se formó como profesora de peluquería en La Línea, pero después del primer verano que entró en plantilla, a los 20 años, no pudo irse: "yo soy muy feliz con mi trabajo y no me arrepiento de la decisión que tomé." Ella es la encargada de llevar a cabo las últimas actualizaciones del negocio, como su presencia en las redes sociales o la nueva carta de tapas, sin perder de vista la importancia del buen trabajo de toda la vida: "En El Copo no somos transportistas, sabemos qué llevamos en el plato y cómo llevarlo."
Estrella mezcla la perfección y el cariño en su trabajo, no quiere que nada se le escape. Actualmente es la presidenta de el Club de Oro de la Mesa Andaluza, una asociación que cuenta con los mejores establecimientos de la comunidad autónoma, y del que forma parte El Copo desde hace varios años. Como presidenta busca "darle el valor que se merece a la cocina tradicional mediterránea con toques creativos", ya que considera que actualmente "se sitúa en un segundo plano con respecto a la cocina de vanguardia". Nos desvela llena de satisfacción que "cuando la gente quiere celebrar algo importante, viene aquí."
Lo que más se come en El Copo es pescado y marisco, aunque el restaurante también cuenta con arroces y carnes maduradas que pueden prepararse al gusto del consumidor: a la parrilla, al carbón o hechas en barro en la misma mesa. Cuenta con una clientela de toda la comarca, también de la provincia, de Málaga, Sevilla y de otras ciudades. Manuel reflexiona orgulloso y agradecido: "para venir aquí, la de restaurantes que tienen que dejar detrás."
El experto hostelero nos confiesa cuál es su plato favorito: fideos con coquinas y gallineta con hebras de azafrán, y recuerda que el cliente puede comer lo que más le guste en su restaurante: "el pescado lo preparamos al horno, en su jugo, a la espalda, frito, a la plancha, al ajillo, menier, en salsa verde, a la mantequilla negra, o como quiera. Yo me adapto."
El género llega a El Copo desde las costas andaluzas, pero también del el norte de España. El restaurante pone en valor la cocina tradicional con toques innovadores que rompen con lo esperado, para bien. En su carta de tapas se incluyen algunas creaciones como la tosta en pan de cristal con salsa de algas y dados de atún de almadraba, rollitos de primavera, langostinos rebozados, croqueta de centollo con bechamel o la albóndiga de choco con salsa de almendras. Las tapas ofrecen la posibilidad de probar diferentes propuestas a muy buen precio.
En noviembre, zambomba en El Copo
El próximo mes de noviembre en El Copo se podrá vivir la verdadera zambomba jerezana en tres fechas diferentes: los días 15, 22 y 29. Durante este espectáculo navideño también podrás degustar algunas de las ricas creaciones que se elaboran a diario en este restaurante.
Para reservar tu mesa cualquier día del año (excepto 24 y 25 de diciembre y 31 y 1 de enero) puedes llamar al número de teléfono 956 67 77 10 . Cualquier día es bueno para celebrar la vida en El Copo.
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