Date un chapuzón en esta piscina con las mejores vistas de la Sierra de Grazalema

En la confluencia entre Cádiz y Málaga se encuentra una de las maravillas naturales más espectaculares de Andalucía: la Sierra de Grazalema. Este parque, con sus impresionantes relieves y diversidad ecológica, es un destino ineludible para personas amantes de la naturaleza. Desde el Campo de Gibraltar se tardan un par de horas en coche hasta llegar a este entorno en el que se pueden pasar unos relajados días de vacaciones, tanto en invierno como en verano.

Durante los meses de julio y agosto, y hasta el día 8 de septiembre, en este bello entorno se podrá disfrutar de su piscina municipal, que abre al público de lunes a domingo.

Horarios

La piscina abre de lunes a viernes de 12:00 a 19:00 y los sábados y domingo de 11:00 a 20:00. El precio por el día completo es de 3,50 euros y de 2 euros el medio día. Además, los miércoles se puede disfrutar de un baño nocturno, ya que se queda abierta hasta las 23:55. La piscina cuenta con varios lugares de sombra, hamacas, vestuarios y una piscina para los más pequeños. Tiene una rampa adaptada y el suelo es de loza. Desde allí se pueden divisar unas vistas preciosas del parque, que ayudan a desconectar mientras nos damos un chapuzón.

El entorno

La Sierra de Grazalema se caracteriza por sus paisajes abruptos, fruto de una agitada historia geológica que ha moldeado un entorno de cañones profundos y laberintos subterráneos. Uno de los tesoros más destacados es la Garganta Verde, un impresionante cañón con 400 metros de profundidad, ideal para aquellos que buscan la emoción del descenso por sus paredes verticales.

Pero este parque no solo es un refugio para la vida silvestre, sino también un paraíso para montañeros y escaladores. Las cumbres más altas de la provincia de Cádiz, El Torreón y El Reloj, se encuentran en esta zona, y para llegar a ellos es necesario emplear una jornada de senderismo y atravesar caminos de naturaleza exhuberante. Además, para los escaladores, los roquedos y paredes en lugares emblemáticos como Peñón Grande y Aguja de las Palomas en Grazalema, así como Cortados de Montejaque y Benaoján, proporcionan un sinfín de rutas y desafíos técnicos.

Su protagonista: el pinsapo

Uno de los elementos más icónicos del parque es su denso bosque mediterráneo, dominado por encinas, alcornoques y quejigos. Sin embargo, el verdadero protagonista de este paisaje es el pinsapo, un árbol singular y emblemático de la región. La Sierra del Pinar, la zona más lluviosa de la península, alberga la mayor concentración de pinsapos, una especie descendiente de los antiguos abetos centroeuropeos que habitaban la región durante las épocas glaciares. Actualmente no se puede acudir de forma autónoma por riesgo de incendio, pero sí puedes acceder en una visita guiada con algunas de las empresas de turismo activo del parque. También puedes esperarte a septiembre y descubrir a tu ritmo este bello entorno.