Las increíbles fotos a vista de pájaro de la bahía de Algeciras hace un siglo
Historia
Las instantáneas fueron tomadas por el piloto y fotógrafo Walger Mittelholzer en 1930 y muestran una ciudad muy diferente a la actual
El nombre de la bandera de Andalucía tiene su origen en Cádiz, concretamente en la ciudad de Algeciras. ¿Lo sabías?

Algeciras/Tempus fugit. Esta locución latina -el tiempo vuela- es una buena forma de sintetizar lo que muestran estas imágenes de la bahía de Algeciras rescatadas por el periodista Javier Ortega Figueiral. Las instantáneas datan de hace casi un siglo, de 1930, y están firmadas por el aviador y fotógrafo Walter Mittelholzer, que aprovechaba sus viajes de vuelo a motor para retratar la geografía desde el cielo como nunca antes se había hecho.
En las imágenes podemos ver cómo era la Algeciras de hace 95 años. Y no podemos más que asombrarnos por lo rápido que ha pasado el tiempo y también por la velocidad con la que se ha desarrollado la ciudad, que en apenas un siglo se ha expandido y multiplicado. Los datos del INE así lo muestran: en 1930 en Algeciras vivían poco más de 20.000 personas y hoy se superan las 120.000. El crecimiento ha venido acompañado de la necesidad de más urbanizaciones para acoger la población; así han surgido barriadas como San Bernabé, Getares, El Saladillo o San José Artesano que por aquella fecha todavía no estaban siquiera diseñadas.
Uno de los aspectos más llamativos que salta a la vista es el río de la Miel, que por aquel entonces mostraba abierto su cauce y desembocaba cerca de un puerto sensiblemente menor en dimensiones. Todavía faltaban varias décadas para el cuestionado soterrado que se hizo en los años 70 del siglo pasado. También llama la atención la construcción militar del fuerte de la Isla Verde, que se encontraba en el mar conectado con tierra por una pasarela y que a día de hoy ha sido integrado por el Puerto de Algeciras, otras de las infraestructuras que, si comparamos con las imágenes, ha experimentado un gran crecimiento en las últimas décadas y que en las fotos se encontraba justamente en el momento antes de su expansión.
Por lo que es hoy el Secano pasaba la carretera N-340, que también se puede ver en la foto, una vía que conectaba Algeciras nada más y nada menos que con Barcelona. Las vías del tren llegaban al Puerto siguiendo el cauce del río, lo que dotaba a aquella zona de un encanto especial, unas vistas que hoy son muy diferentes. También destaca la antigua plaza de toros La Perseverancia, ubicada más próxima al centro histórico de lo que lo está la actual plaza de toros de Las Palomas. Muy cerca se puede comprobar dónde se encontraba el Parque María Cristina, un lugar que no se ha cambiado de sitio, pero que hace un siglo presentaba una proximidad al mar mucho mayor que a día de hoy. En aquel momento no estaban el Paseo Marítimo, los bloques de viviendas ni el Llano Amarillo que llegaron como consecuencia del desarrollismo.
Otra construcción que se mantiene desde la fecha es la del Hotel Reina Cristina, inaugurado en la década de 1920 y que por aquel entonces ocupaba un mayor territorio ajardinado, ya que con el tiempo una parte de sus dominios se ha destinado a construir apartamentos. Las fotografías fueron tomadas justo antes de que este gran hotel, el primero de cuatro estrellas del Campo de Gibraltar y por el que pasaron grandes personalidades de todo el mundo, fuera refugio de espías internacionales en busca de información geopolítica durante la Guerra Civil y la II Guerra Mundial.
Las grandes industrias cercanas, como Acerinox o la refinería, siquiera eran una idea. Todo vino de la mano: la construcción de una comarca desarrollada y la necesidad de población para levantarla. Cuando Walter Mittelholzer surcó los cielos algecireños se encontró con un pueblo de casitas donde casi todo el mundo era vecino, donde todo estaba cerca y prácticamente todos se conocían. Hoy Algeciras es una ciudad muy diferente, grande y moderna, un lugar de tránsito constante entre los continentes de África y Europa, que mantiene parte de la esencia de ese pueblo.
Walter Mittelholzer
Walter Mittelholzer (1894-1937) fue un aviador, fotógrafo y explorador suizo que dejó una huella imborrable en la historia de la aviación y la fotografía aérea. Su vida estuvo marcada por la innovación, la aventura y una inquebrantable pasión por los cielos. Nacido el 2 de abril de 1894 en St. Gallen, Mittelholzer desarrolló desde joven un gran interés por la aviación y la fotografía. Se formó como piloto durante la Primera Guerra Mundial, período en el que adquirió experiencia que más tarde aplicaría en sus expediciones y misiones fotográficas.
En 1919, Mittelholzer cofundó Ad Astra Aero, una aerolínea que más tarde se fusionaría con Swissair, la futura aerolínea nacional de Suiza. Su visión fue clave para el desarrollo del transporte aéreo en el país y la conexión de Suiza con el resto del mundo a través del aire. Mittelholzer no solo fue un piloto talentoso, sino también un fotógrafo innovador. Utilizó la aviación para capturar imágenes aéreas de paisajes, ciudades y territorios inexplorados. Sus fotografías fueron pioneras en la cartografía aérea y en la documentación visual de diversas regiones del mundo.
Entre sus logros más destacados se encuentra su vuelo histórico de 1926 desde Suiza hasta Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Este viaje no solo demostró la viabilidad de vuelos transcontinentales, sino que también permitió a Mittelholzer documentar visualmente paisajes africanos desconocidos para muchos europeos de la época. A pesar de sus numerosos logros en la aviación, su vida terminó prematuramente en 1937 en un accidente de montañismo en Austria. Su legado, sin embargo, sigue vivo en la historia de la aviación y la fotografía aérea.
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