La leyenda del balcón de los enamorados de Castellar
Turismo
La historia habla de un amor prohibido al estilo de Romeo y Julieta
Una de las paradas obligatorias cuando visitas Castellar es el balcón de los enamorados. El pequeño espacio se ha convertido en un símbolo del municipio del que prácticamente nadie se va sin tener una foto. Es un lugar con vistas envidiables que cuenta con una leyenda poco conocida detrás.
La historia de este rincón es, cuanto menos, trágica, al igual que en Romeo y Julieta, este balcón fue el escenario de un juramento de amor eterno que acabó con la muerte de ambos enamorados.
Cuenta la leyenda que un joven de Los Barrios subía todas las noches de luna llena hasta Castellar para contemplarla "de más cerca" y disfrutar de su reflejo en el Guadarranque. El chico pasaba las noches en el balcón y allí conoció a la hija del Emir.
Los chicos se enamoraron al instante y cada noche de luna llena se reunían en el mismo lugar para demostrarse su amor, un amor prohibido por el padre de la joven.
Una de las noches, la guardia de la fortaleza les sorprendió juntos y el propio Emir fue el encargado de acabar con la vida del joven atravesándolo con una daga, algo que marcó a su hija para siempre y la incitó a suicidarse 29 días después, el tiempo que tardó la luna en volver a completar su ciclo para mostrarse en su plenitud en el cielo del municipio.
La joven enamorada decidió saltar por el balcón para reunirse con su amado una noche de luna llena, en el mismo escenario y recreando el momento en el que se conocieron.
A día de hoy, el balcón de los enamorados es el único balcón público de la fortaleza que ofrece la opción de asomarse en la muralla.
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