Las aves migratorias que decidieron quedarse en el Campo de Gibraltar

Naturaleza

En las alturas de pueblos y en los tendidos de las carreteras las cigüeñas construyen sus nidos

Ya se van: despedida a las aves migratorias en Tarifa

Nido de cigüeñas en una torre de electricidad
Nido de cigüeñas en una torre de electricidad
Ana Belén García

03 de septiembre 2024 - 21:09

No es difícil ver nidos de cigüeña en el Campo de Gibraltar. Estas aves migratorias pasan por el Estrecho con la llegada de la primavera y también en otoño, buscando el clima que mejor les venga entre Europa y África. Lo curioso es que estas ciconiiformes, que llegan a medir alrededor de dos metros de ambergadura (de punta a punta de sus alas), pueden verse durante prácticamente todo el año cerca de los nidos que construyen valiéndose de estructuras creadas por los humanos.

Estamos en la época en la que las aves migratorias cambian de continente y se dirigen a África después de la época nupcial. Algunas cruzan el Sahara y otras se quedan a las puertas del desierto. Tradicionalmente las cigüeñas han sido aves transaharianas, de las que lo cruzaban, pero actualmente no llegan tan lejos, habitando de forma continuada el sur de España y el norte de Marruecos. Este cambio de hábitos las ha convertido en presaharianas, y en ocasiones también aves perennes.

Según nos cuenta un miembro del Grupo Ornitológico del Estreho (GOES), lo que ha hecho que las cigüeñas elijan algunos lugares del Campo de Gibraltar (como la carretera que une Los Barrios con Castellar o algunos puntos de Tarifa) es la abundancia de comida. Tanto la subida paulatina de las temperaturas en invierno, consecuencia del cambio climático, como la ubicación cercana de basureros y vertederos, hacen que estas aves puedan encontrar alimento durante cualquier época del año. La invasión del cangrejo rojo americano en los humedales andaluces también ha facilitado que esta especie no se vaya, ya que la abundancia de este crustáceo garantiza su sustento.

¿Qué come una cigüeña?

Las cigüeñas son aves omnívoras, principalmente cazadoras, pero que también se alimentan de semillas y restos de alimentos. Un buen festín para una cigüeña puede ser tanto insectos como pequeños roedores, crustáceos, anfibios y peces, aunque en los lugares donde se acumula basura se sirve a sus anchas de los desperdicios alimenticios que se desechan. Practicamente, las cigüeñas se lo comen casi todo.

Necesidad de conservación

Tanto el Grupo Ornitológico del Estrecho, la Sociedad Española de Ornitología como la Fundación Migres, entre otros, son organismos que velan por la seguridad de estas y otras aves que transitan por el Estrecho. Y es que aunque las cigüeñas son aves gregarias y salvajes, con una alta capacidad para la supervivencia, en ocasiones también pueden necesitar ayuda en zonas de tránsito. Por ello resulta tan necesario en el Campo de Gibraltar un Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA), en el que poder asistirlas y salvar sus vidas.

La importancia de los vientos

La población de cigüeñas ha crecido en los últimos años, debido a que encuentran muchos lugares favorables en los que habitar de forma más o menos segura. Aun así, muchas de ellas emprenden el vuelo cuando sus polluelos son lo suficientemente grandes como para acompañarlas. Entre agosto y septiembre, las cigüeñas se acercan al Estrecho para elegir el día con mejor viento para cruzar hasta África planeando por el punto más cercano desde Europa. Dependiendo de la dirección en la que sople, toman una ruta u otra: con viento de poniente cruzan desde Tarifa, y con levante se aventuran desde zonas más cercanas de Gibraltar. Si el tiempo no es favorable, muchas esperan en la marisma del Río Palmones el momento idóneo. En ocasiones, cuando por alguna situación no pueden llegar a cruzar hasta Marruecos, las cigüeñas pueden llegar a darse la vuelta y voler al Campo de Gibraltar, cambiando su destino.

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