El paraíso de las mariposas al otro lado del Estrecho de Gibraltar

Un estudio inédito de la asociación Zerynthia identifica 48 especies distintas en Ceuta, muchas de ellas magrebíes y algunas únicas en España, consolidando la ciudad como un enclave biológico singular dentro de la Unión Europea

Cada vez hay menos mariposas. El refugio de esta especie en medio de la naturaleza ubicado en un pueblo de Cádiz

Un estudio en Ceuta identifica 48 mariposas diurnas, como la Zerynthia africana.
Un estudio en Ceuta identifica 48 mariposas diurnas, como la Zerynthia africana. / Arturo Iglesias

Algeciras/Ceuta, territorio diminuto al borde del Estrecho de Gibraltar, esconde un tesoro alado. Entre sus acantilados costeros, bosques de alcornoques y matorrales mediterráneos revolotea una comunidad de mariposas que sorprende incluso a los expertos. Un estudio inédito liderado por la asociación Zerynthia ha identificado 48 especies diferentes de mariposas diurnas en apenas 20 kilómetros cuadrados, convirtiendo a la ciudad autónoma en uno de los puntos calientes de biodiversidad lepidopterológica del sur de Europa.

La cifra representa el 18,4% de todas las especies documentadas en España y el 9,5% de las presentes en la Unión Europea. Más de la mitad de las mariposas registradas —27 en total— se han documentado por primera vez en Ceuta gracias a un exhaustivo trabajo de campo realizado entre 2019 y 2024. Y otras 14, aunque ya se citaban de forma genérica, han sido ahora localizadas con datos concretos por primera vez.

“El enclave es excepcional”, explica Zerynthia en su estudio. “La singularidad de su fauna, la riqueza florística y la diversidad de hábitats generan una comunidad única que combina elementos europeos y norteafricanos”. Ceuta reúne cinco de las seis familias de mariposas diurnas de la región Paleártica —todas salvo Riodinidae—, con especies que van desde las grandes y vistosas Nymphalidae, hasta las pequeñas y esquivas Lycaenidae.

Ceuta, un paraíso inesperado para las mariposas.
Ceuta, un paraíso inesperado para las mariposas. / Asociación ZERYNTHIA

Un rincón aún inexplorado

Hasta ahora, Ceuta apenas había sido objeto de atención por parte de los lepidopterólogos. Apenas se habían citado tres especies con certeza, y muchas de las menciones disponibles eran vagas, sin datos precisos sobre observaciones o capturas. La mayoría de los catálogos se centraban en la fauna de Marruecos o del resto de la Península Ibérica, ignorando sistemáticamente esta esquina africana de España.

Frente a esa laguna, el estudio de Zerynthia ha completado 290 muestreos a lo largo de cinco años, distribuidos en 30 cuadrículas UTM de un kilómetro cuadrado. El resultado: 2.532 registros de presencia que permiten por fin trazar un mapa detallado de la comunidad de mariposas de Ceuta.

Entre los hallazgos más llamativos se encuentra la confirmación de la presencia de Papilio saharae, una mariposa emblemática del norte de África que ahora, gracias a recientes estudios genómicos, se reconoce como especie distinta y entra por primera vez en el catálogo oficial de mariposas de España. También destaca la aparición de Zerynthia africana, única entre los territorios españoles, que da nombre a la propia asociación autora del trabajo.

Un estudio en Ceuta identifica 48 mariposas diurnas y suma a Papilio saharae como nueva especie para España.
Un estudio en Ceuta identifica 48 mariposas diurnas y suma a Papilio saharae como nueva especie para España. / Teresa Farino

Un mosaico ecológico único

Ceuta, pese a su escasa altitud —su punto más alto apenas supera los 350 metros—, ofrece una sorprendente variedad de hábitats: riscos calizos, barrancos húmedos, pinares naturalizados, bosques de alcornoques, acantilados marinos y matorrales de influencia sahariana. Esta diversidad vegetal, con más de 550 especies vasculares catalogadas, crea un mosaico ecológico en miniatura donde las mariposas encuentran refugio, alimento y plantas hospedadoras para sus orugas.

Además, el 32,1% del territorio está protegido dentro de la Red Natura 2000, una circunstancia que refuerza su valor como enclave de conservación. Las zonas naturales de Ceuta, aunque limitadas en extensión, contienen una representación notable de especies magrebíes endémicas, lo que convierte a este pequeño territorio español en una extensión viva del norte de África.

Entre dos mundos

El valor del estudio no es solo cuantitativo. Ceuta actúa como punto de contacto entre dos continentes y dos mundos biogeográficos. Su fauna no solo aporta riqueza al inventario natural de España, sino que también recuerda la necesidad de integrar los enclaves norteafricanos en las estrategias de conservación europeas.

El trabajo de Zerynthia representa un primer paso. Una base sólida sobre la que construir futuras investigaciones ecológicas, biogeográficas y evolutivas. En un contexto global donde muchas poblaciones de mariposas están en declive por la pérdida de hábitats y el cambio climático, Ceuta emerge como un oasis inesperado, un refugio de biodiversidad que ha pasado desapercibido durante demasiado tiempo. Allí, al otro lado del Estrecho, el paraíso no está perdido: vuela con alas de colores.

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