Esta fue la playa de Tarifa elegida para rodar la adaptación de una de las novelas de Arturo Pérez Reverte
Las aventuras del Capitán Alatriste llevaron a la gran pantalla este escenario del Campo de Gibraltar
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Hay que remontarse hasta 2004 para recordar el rodaje de Alatriste, la adaptación a la gran pantalla de uno de los personajes más reconocidos de nuestro país. El protagonista de la saga literaria de Arturo Pérez-Reverte llegó hasta Tarifa reencarnado en el actor Viggo Mortensen para hacer realidad una de las secuencias de mayor acción de la película.
La playa de Valdevaqueros, una de las mejores playas de Cádiz, fue la elegida entonces para formar parte de los selectos escenarios en los que se desarrolló el film de Agustín Díaz Yanes. Las dunas de dicha playa y la laguna del río Valle sirvieron para rodar el abordaje de un galeón de 30 metros de eslora y 9 de manga.
La nave se instaló en la zona con una plataforma de hormigón ubicada junto a la laguna, permitiendo así, tanto al equipo técnico como a los actores, grabar con mayor facilidad una de las escenas más destacadas de la producción.
La historia del Capitán Diego Alatriste se remonta a la España Imperial del siglo XVII. Alatriste, un soldado valiente y al servicio del Rey, no duda en servir a la Corona durante la Guerra de Flandes, batalla que cambiará su vida tras morir Balboa, su fiel compañero y amigo, que le hace una pedición: cuidar de su hijo Íñigo y alejarlo del mundo de las armas. Diego, de vuelta a España, recibe un encargo: asesinar a dos misteriosos personajes que le harán introducirse en una nueva aventura.
Playa de Valdevaqueros
El escenario elegido para Alatriste es uno de los enclaves más reconocidos del municipio del Campo de Gibraltar. Tarifa, meca del deporte de viento, cuenta con distintas playas en las que disfrutar del kite y del windsurf, pero sin duda, los amantes de estas modalidades tienen un destino predilecto, Valdevaqueros.
La imagen más habitual de esta playa la protagonizan las cometas de colores dirigidas por los cientos de deportistas inmersos en el agua clara y cristalina del enclave, un lugar paradisiaco en el que disfrutar de la tranquilidad, el sol y el deporte.
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