Las playas del Campo de Gibraltar desde el mar: recórrelas en kayak

Aunque en el Estrecho de Gibraltar y su comarca son conocidos por ser un lugar referente para los deportes náuticos, hay uno en el que no solemos pensar al referirnos a lugares tan icónicos como Tarifa, meca del viento del Campo de Gibraltar.

Las costas de este accidente geográfico que une dos continentes regalan unas impresionantes vistas, que pueden ser vistas desde el agua con tranquilidad si recorres el litoral montado en un kayak.

Existen varios puntos en los que poder maravillarnos al alejarnos de las playas, desde la comodidad de esta embarcación que funciona solo con el impulso de los brazos de sus tripulantes. Las primeras veces es importante salir con alguien experto, para evitar situaciones que no puedan controlarse, debido al desconocimiento de las mareas y el viento.

Tarifa

En la costa tarifeña algunos de los lugares indicados son las playas de Bolonia, Punta Paloma o la Isla de Tarifa. Por esos entornos se podrá conocer el litoral desde el agua, y para quienes disfrutan también de las profundidades, podrán hacer snorkel y disfrutar del paisa submarino de la zona.

Algeciras

Punta Carnero es una zona en la que también se puede practicar esta actividad, además de la playa de Getares. Desde las aguas de esta bahía se pueden ver los búnkers que pueblan el relieve y también las formaciones rocosas conocidas como flysch, que pueden encontrarse en muchas zonas del litoral campogibraltareño.

Existen varias empresas que organizan salidas que recorren parte del Estrecho, como Di adiós Tarifa, Weekend Tarifa y las promociones que se ofrecen en la web de yumping , entre otras que podrás encontrar en los municipios costeros de la comarca.

Pero no solo las playas son un buen lugar para practicar este deporte. Por el río Palmonesy el río Jara también se puede transitar montados en nuestro kayak, ya sea en compañía o en solitario, disfrutrando del entorno natural y los pájaros que allí habitan.

El kayak, una invención del Polo Norte

El kayak tiene su origen en las culturas indígenas del Ártico, como los inuit, quienes lo diseñaron hace miles de años para la caza y el transporte en aguas frías. Estaba hecho de un armazón de madera o huesos cubierto con pieles de foca, permitiendo maniobrar con agilidad y sin hacer ruido. Con el tiempo, los europeos llevaron el concepto del kayak a Europa, donde se popularizó como actividad recreativa y deportiva.

A partir del siglo XX, el kayak se transformó gracias a materiales modernos como el plástico y la fibra de vidrio, haciéndolo más accesible. Fue incluido en los Juegos Olímpicos en 1936 y hoy en día es practicado en diversas modalidades deportivas y recreativas en todo el mundo.