Un recorrido en moto por cuatro puntos mágicos del Campo de Gibraltar

Por su ubicación estratégica, el Campo de Gibraltar es un espacio en el que se han construido a lo largo de la historia muchos fortines y estructuras defensivas y de vigilancia. Al estar junto al Estrecho de Gibraltar, una de las necesidades era y es, controlar el paso de los barcos que navegan entre ambos continentes, por lo que podemos encontrar varios faros que llaman la atención a lo largo de la costa de la comarca.

El recorrido comienza en San Roque y acaba en Tarifa. El primer faro que avistamos es el de Torre Carbonera, situado en la playa de Punta Mala. Llama la atención su reciente transformación en torre guía marítima, pues, a pesar de que la construcción está datada en el siglo XVI, no fue hasta 1990 cuando se convirtió en faro. Por otro lado, un poco más abajo de esta ubicación, se encuentra un búnker de hormigón, probablemente construido antes de la Guerra Civil.

Desde San Roque ponemos rumbo hasta Algeciras. Allí se encuentra el Faro de Punta Carnero, el que marca el rumbo en la Bahía y deja ver su luz al otro lado del Estrecho. Su estructura recuerda al Faro de Chipiona, está compuesto por una torre y una vivienda inferior.

Las dos últimas paradas se hacen en Tarifa. En este municipio del Campo de Gibraltar encontramos dos faros bastante característicos: el de la Isla de las Palomas y el de Camarinal. El primero, como bien indica su nombre, está situado en la Isla de las Palomas, el punto de unión entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo. Su espigón es el encargado de hacer esta división geográfica, incluso cuenta con dos carteles que indican en que lado se encuentra cada masa de agua.

El edificio fue construido en la segunda mitad del siglo XVIII y se ha convertido, con sus 33 metros de altura, en una de las imágenes más representativas de la localidad.

Para llegar a la última ubicación hay que trasladarse hasta Atlanterra. El faro de Camarinal es un punto de interés turístico de la urbanización tarifera. Construido en una antigua torre almenara del siglo XVI, es uno de los faros más bonitos de la provincia, desde el que se puede disfrutar de unas vistas espectaculares de las playas y de la costa.