Los estadounidenses Richard y Claudene Gordon no olvidarán su paso por Andalucía, sobre todo porque fue más largo de lo esperado. Este matrimonio, residentes del estado de Utah, estaba de vacaciones por el Mediterráneo en el crucero Norwegian Viva junto a familiares y amigos.  

Ambos partieron en esta embarcación el viernes 26 de abril desde Lisboa, Portugal. El buque realizó una corta parada en Gibraltar y, posteriormente, en Cádiz. Los problemas vinieron el lunes 29 de abril, cuando el crucero realizó una corta parada en el puerto granadino de Motril. 

Mientras el barco estaba atracado en Motril, la pareja estadounidense realizó una excursión independiente a Granada, que no fue organizada por la compañía de cruceros. Estas embarcaciones suelen dejar bien claro que sólo esperan a aquellos pasajeros que bajan del buque en actividades organizadas por ellos. Consecuentemente, aquellos viajeros que regresan al crucero una vez que le escalerilla de acceso esté recogida, se quedan en tierra.

Y esto fue lo que le ocurrió a Richard y Claudene. La pareja sufrió un retraso en el bus turístico que les llevaba de vuelta a Motril debido a una tormenta. Según relatan fuentes del entorno, parece que la pareja de Utah logró contactar con uno de los familiares que optó por no acercase con ellos a la capital granadina. De inmediato, este familiar lo transmitió a la  tripulación del crucero, pero nada pudo impedir que el barco zarpara a su horario establecido. 

Los Gordon llegaron al puerto pasadas las seis de la tarde, que era la hora previsto para la embarcación abandonara Motril, aunque alegaron que estaban relativamente tranquilos porque en puertos como el de Cádiz o Gibraltar el buque no había zarpado con tanta puntualidad.

No obstante, estas embarcaciones solo sufren retrasos en su salida en caso de que haya algún tipo de emergencia o si los pasajeros de una excursión organizada llegan más tarde de lo previsto. Pero nunca cuando el turista o los turistas hayan optado por irse por libre. Ahí es donde el barco no se hace responsable de que se queden en tierra por llegar más tarde de la hora establecida, tal y como ha ocurrido en este caso.

Al parecer, los Gordon no pudieron localizar a un representante de Norwegian Cruise Line en Motril y, sin embargo, consta que la línea de cruceros hizo varios intentos de comunicarse con la pareja a los números de teléfono y la información de contacto de emergencia proporcionada, pero sin éxito. 

Esta historia será inolvidable para este matrimonio estadounidense, quienes sin duda nunca olvidarán su paso por las tierras andaluzas. Ambos pudieron retomar el buque en Palma de Mallorca, donde la compañía les ofreció ayuda poniéndoles taxis desde el hotel hasta el barco.