Algeciras es una de las cunas del flamenco de Andalucía, ya que de su tierra han salido, y siguen saliendo, artistas de este arte que se diversifica en la copla, la rumba y se mezcla con otros estilos más modernos. Paco de Lucía fue una figura del flamenco algecireño y mundial que sigue calando en este arte, ya que su experimentación e investigación durante toda una vida dieron un giro a las disciplinas del flamenco.

En su ciudad natal hay una estatua que homenajea al renombrado guitarrista flamenco, que nació en 1947 y nos dejó hace ahora diez años, en 2014. La estatua fue colocada en 2015 en la entrada del Puerto, como parte de los esfuerzos para rendir tributo a la contribución de Paco de Lucía a la música flamenca y su legado cultural.

Este recuerdo del algecireño más universal ha dado muchas vueltas: después de trece años en la avenida de la Marina, fue colocada en la rotonda del Varadero, en el acceso sur a la ciudad, y allí permaneció durante otros siete años. Este monumento descansa finalmente donde el genial guitarrista quería estar. "Para ver la gente que pasa", según dijo en alguna ocasión el algecireño.

La ubicación actual coincidió con el inauguración del Acceso Central al Puerto de Algeciras, que también lleva el nombre de Paco de Lucía. La escultura es una obra del artista linense Nacho Falgueras, de casi una tonelada de peso, y se encuentra erigida sobre una superficie de mármol en la que reza: "La guitarra me ha ofrecido la capacidad de poder expresarme con el resto del mundo sin utilizar la palabra".

Otro de los puntos de homenaje a Paco de Lucía se ubica en la calle San Francisco, en la popular barriada de La Bajadilla. En el número ocho de dicha calle, en la placa que señala el lugar de nacimiento del hijo de Lucía; y el auditorio de la ciudad también lleva su nombre.

Si visitas Algeciras, no dudes en pasear por los aledaños de su puerto, en los que te encontrarás con la figura de este artista cuya música seguirá viva para siempre.