Gastronomía

El mercado de abastos de Algeciras, un edificio muy especial

Mercado Ingeniero Torroja

De lunes a sábado, desde que amanece hasta las 15:00, el Edificio Ingeniero Torrja, en el que se ubica el Mercado de Abastos de Algeciras, rebosa de vida y colores. Este lugar se convierte en el epicentro de la ciudad cada mañana, ya que suele estar a rebosar entre los puestos de alimentación, los bares y otros comercios aledaños. Además, está ubicado muy cerca del centro de Algeciras y del puerto, un emplazamiento que hace que muchas personas pasen por allí a diario.

El Mercado de Abastos o Ingeniero Torroja es un edificio racionalista obra de Eduardo Torroja Miret, ejecutado por el arquitecto Manuel Sánchez Arcas y construido en 1935. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 2021 por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía como ejemplo de arquitectura moderna.

El mercado es una obra vanguardista, funcional y diáfana, que cuenta con muy pocos detalles decorativos. Su diseño lo ha hecho convertirse en uno de los hitos de la arquitectura española del siglo veinte, cuya cúpula, que cubre un amplio espacio octogonal, ha sido hasta 1965 la más grande del mundo. En este año le fue arrebatado el primer puesto por el Astrodome, un estadio deportivo ubicado en Houston, Texas. Tanto el diseño como la capacidad de este edificio estadounidense para albergar una amplia gama de eventos de gran envergadura, como juegos de béisbol, conciertos y convenciones, lo convirtieron en un ícono arquitectónico y cultural de su época.

Cúpula del mercado Cúpula del mercado

Cúpula del mercado / Jorge del Águila

El mercado de Algeciras ocupa un espléndido espacio octogonal cubierto con una atrevida cúpula para la época, que cuenta con una superficie laminar de cuarenta y ocho metros de diámetro, cuarenta y cuatro metros de radio de curvatura y sólo nueve centímetros de espesor. Está perforada por una claraboya de diez metros de diámetro, que descansa sobre ocho pilares periféricos ceñidos por un cinturón octogonal con dieciséis redondos de treinta milímetros, atrevimiento que luego repetiría Eduardo Torroja en las viseras del Hipódromo de la Zarzuela de Madrid. 

Algecireños y algecireñas habitan este lugar tan especial a diario, sumidos en la costumbre pero también sabiendo que se encuentran en un espacio que fue revolucionario por su modernidad durante buena parte del siglo pasado. Además, sigue siendo un edificio que los futuros arquitectos y arquitectas estudian, y que muchas personas alejadas del Campo de Gibraltar sienten curiosidad por conocer. Es una suerte que el Edificio Ingeniero Torroja acoja el mercado de la ciudad, lo que permite que en su cúpula retumbe el bullicio de la vida cada día.

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